Actualizado abril 25 – 2023
Publicado septiembre 27 – 2020
¿Se justifica reducir los riesgos de infección en hemodinamia?
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Los riesgos de un paciente de hemodinamia son normalmente altos. Presentan condiciones como edad avanzada, diabetes, arteriosclerosis entre otras comorbilidades. En general, suelen ser buenos huéspedes de virus, bacterias, parásitos y hongos, que, en un momento dado podrían ingresar a su torrente sanguíneo o a los tejidos y provocar una infección. Además, no siempre puedes preparar a estos pacientes para los procedimientos. Llegan por urgencias.
En Colombia, se estima que el 5% de los pacientes tratados resultan con infecciones asociadas a los procedimientos de hemodinamia y electrofisiología, una cifra similar a la que se registra en hospitales de Estados Unidos y Europa.
Es posible que en tu institución se justifique tratar de reducir aún más la incidencia de infecciones.
Infecciones en intervenciones hemodinámicas
Los procedimientos de hemodinamia se consideran de alto riesgo por la técnica y por el volumen de fluidos del paciente que es necesario controlar. Si la sangre se derrama, podría impregnar el campo y la piel del paciente, arrastrar microorganismos patógenos que encuentra y volver a ingresar a la herida abierta o a contaminar cualquier otra pequeña solución de continuidad en la piel de paciente.
También puede suceder que la sangre impregne la bata, ropa y piel de los profesionales de la salud. En estos casos, el riesgo es doble:
Las infecciones en intervenciones hemodinámicas se detectan normalmente unos días después del procedimiento. La gravedad dependerá de las condiciones del paciente, la carga infecciosa y las características nocivas del agente patógeno que ha ingresado a su organismo.
En ocasiones, la infección es superficial. Requiere atención médica, cuidados de la piel, consultas frecuentes hasta que sane. Pero en otros, involucran tejidos profundos. Para los cirujanos hemodinamistas estos casos son «la gran pesadilla».
Un paciente de hemodinamia infectado es un paciente complejo, que probablemente va a requerir muchos días de hospitalización, muchos antibióticos y, posiblemente, otra intervención.
Prevenir infecciones en hemodinamia
Las salas de hemodinamia deben estar listas para atender a los pacientes programados y a los urgentes. Esto supone seguir siempre el protocolo para la prevención de infecciones:
Estas tareas deben hacerse en el menor tiempo posible para permitir el ingreso de pacientes de forma ágil y segura.
Porque la realidad es esta: un solo paciente infectado al mes, supone un esfuerzo alto para recuperar su salud y, por ende, un alto costo para la institución, especialmente si el equipo decide volver a intervenir al paciente.
¿Riesgo bajo?
Para cualquier institución, tener un indicador del 5% de los pacientes de hemodinamia diagnosticados con una infección en sitio quirúrgico no debería considerarse un riesgo bajo. Para comprender la dimensión, es necesario estimar la posibilidad de tener varios pacientes infectados en un periodo de tiempo limitado:
La cifra asusta. Como suelen hacerlo las cifras sobre el costo de las infecciones asociadas a la atención médica en el mundo.
Este riesgo es real y por eso creemos que se justifica invertir aún más en prevenir infecciones.
Qué se puede mejorar para reducir aún más estas infecciones en hemodinamia
El control de los fluidos del paciente es un aspecto crítico en las salas de hemodinamia. Es vital que la sangre no se derrame para evitar contaminar la herida y es necesario que al terminar cada procedimiento la limpieza sea efectiva y fácil de realizar para que sea posible atender a muchos pacientes.
Cuando el sangrado es alto y la sala está equipada con campos quirúrgicos reutilizables que son fabricados en tela tejida o de algodón, el foco de contaminación es claro. Las telas no ofrecen una barrera adecuada entre los fluidos, el entorno y el paciente. Se empapan fácilmente y no sirven para detener el recorrido de los fluidos.
En cambio, los campos quirúrgicos de uso único sí controlan los derrames de sangre y por eso son efectivos en la prevención de infecciones en sitio quirúrgico. Las bacterias, virus y hongos quedan atrapados, aislados, de la herida del paciente.
Los paquetes quirúrgicos diseñados específicamente para los procedimientos de hemodinamia tienen características ideales para el control de fluidos y para facilitar los abordajes femorales o radiales:
Estas características protegen al equipo de hemodinamia y al paciente. El material impermeable y los refuerzos absorbentes impiden el paso de los fluidos. Esta condición hace más fácil el trabajo y mejora la concentración.
Además, luego de la intervención, la sala presenta menos derrames. Recoger la ropa quirúrgica, limpiar y alistar tomará menos tiempo e implicará menos uso de productos químicos.
Este cambio hacia paquetes quirúrgicos de uso único tendrá un efecto importante en los resultados del servicio de hemodinamia tanto en los indicadores de infección y mortalidad, como en la rentabilidad.
Tal vez esta nueva cifra te ayude a tomar una decisión:
¿Cuántos paquetes quirúrgicos para hemodinamia se pueden adquirir con el valor “Y”, el costo aproximado de cambiar dispositivos en los pacientes infectados?
Sin duda, el costo de prevenir infecciones en hemodinamia a través del uso de campos y batas quirúrgicas con alto desempeño, es una inversión que se justifica en términos de vida de los pacientes, resultados del servicio y de la institución.
Conclusión
El alto costo del manejo de los pacientes infectados en procedimientos de hemodinamia justifica el mejoramiento de los protocolos quirúrgicos, incluyendo las características de la ropa quirúrgica. En las salas de hemodinamia requieres campos y batas quirúrgicas diseñados para controlar los derrames de fluidos, esto es, campos y batas de uso único, impermeables, con refuerzos absorbentes en sitios críticos. Esta condición disminuye el riesgo de contaminación y ayuda a mejorar los resultados del servicio de hemodinamia.
Por Katy Schuth B. – Redactora