Actualizado diciembre 2 – 2025
Revisado febrero 10 – 2022
Publicado julio 23 – 2020
Los 11 Avances Médicos que han cambiado la historia (y el futuro) de la humanidad
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Desde las vacunas y la penicilina hasta la inteligencia artificial y los tratamientos actuales, descubre la lista de los 11 avances médicos que han revolucionado la historia de la medicina y están cambiando el futuro.
Hace poco más de un siglo, una simple infección bacteriana podía ser una sentencia de muerte. No existían antibióticos terapéuticos ni vacunas eficaces contra grandes pestes como la tuberculosis. Sin embargo, la velocidad de la innovación científica en los últimos años —y especialmente en las últimas décadas— han sido determinantes para la humanidad.
La medicina ha avanzado velozmente en la comprensión del cuerpo humano, de sus estructuras y de cómo interactúa nuestro organismo en el entorno. Hemos pasado de curar a prevenir a editar y predecir. Los científicos han hallado respuestas que han modificado el qué hacer de la medicina y la historia de las enfermedades.
¿Cuáles son los hallazgos que realmente han modificado el curso de nuestra especie?
Sin duda, la lista es larga. Seleccionar solo once es un desafío. Para hacerlo tomamos como criterios los descubrimientos que más vidas han salvado, los que más ayudan al control de las infecciones, los que aumentan la calidad y expectativa de vida de la especie humana y están revolucionando la medicina.
Estos son nuestros once descubrimientos e innovaciones preferidas:
Vacunas y la revolución del ARNm
Las vacunas están catalogadas como el descubrimiento científico que más vidas ha salvado en la historia de la humanidad. La base de las vacunas es usar una versión inofensiva de un patógeno para generar inmunidad. El mayor triunfo de esta tecnología es la erradicación global de la viruela en 1980. Hoy disponemos de cerca de 30 vacunas y podemos hablar de una disminución de la poliomielitis, la rabia, el tifus, la meningitis, la hepatitis A y B y el cólera.
Sin embargo, el verdadero salto cuántico ocurrió recientemente. Fue la pandemia del COVID-19 la que aceleró la tecnología de ARN mensajero. El ARNm enseña a nuestras células a producir una proteína que desencadena la respuesta inmune Hasta mediados de 2024, se han aplicado en el mundo aproximadamente 13.530 millones de dosis, cerca del 70,6% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna,[1] un esfuerzo enorme desde el punto de vista de la producción y la logística.
Hoy, esta tecnología se está utilizando para desarrollar vacunas personalizadas contra el cáncer (melanoma, páncreas) y enfermedades como la malaria y el SIDA. Según Nature Medicine, los ensayos clínicos actuales buscan entrenar al cuerpo para reconocer y atacar células tumorales específicas de cada paciente.
Antibióticos y la lucha contra la resistencia
El descubrimiento de la penicilina por Alexander Fleming en 1928 fue fortuito, pero fueron Howard Florey y Ernst Chain quienes continuaron su desarrollo como terapia. Desde entonces comenzó la era de la medicina moderna con los antibióticos. Las infecciones dejaron de ser la primera causa de muerte en el mundo desarrollado.
Curiosamente, el reto actual sigue siendo los antibióticos. Ahora se discute su papel en el desarrollo de enfermedades. El problema de la resistencia antimicrobiana es real y prioritario para la OMS. Se afirma que el uso indiscriminado y desordenado de los antibióticos reduce la potencia de los tratamientos, crea organismos multirresistentes y se modifican las floras bacterianas naturales. Se estima que esta podría ser una de las causas por las cuales tendremos más infecciones, epidemias y pandemias en el futuro próximo.
La innovación actual no está solo en nuevos fármacos, sino en el uso de inteligencia artificial para descubrir nuevas moléculas antibióticas que no habíamos podido encontrar, como la halicina.
Edición Genética (CRISPR-Cas9)
El proyecto Genoma Humano abrió el “libro de la vida” de los hombres. Apenas en el 2003, se anunció el primer borrador de la secuencia del genoma humano, una estructura clara de las letras y el orden de los genes de nuestro ADN. Ya no solo era más fácil conocer la evolución sino identificar cada gen responsable de enfermedad.
Ahora, ya es posible rescribir ese manual: CRISPR. Esta tecnología, con la que Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna obtuvieron el Nobel de Química en 2020, funciona como unas tijeras moleculares de alta precisión.
No es solo teoría. El hito más reciente (2023-2024) fue la aprobación de Casgevy, la primera terapia basada en CRISPR para curar dos enfermedades hereditarias: uno, la anemia de células falciformes, un trastorno en el que los glóbulos rojos toman forma de luna creciente y sus células son tan rígidas y pegajosas, que se bloquean en los vasos sanguíneos pequeños, impidiendo el flujo de oxígeno a los tejidos y órganos; dos, la beta-talasemia, otro trastorno sanguíneo conocido en el que el cuerpo produce poca o ninguna beta-globina, proteína necesaria para transportar oxígeno. En ambos casos fue posible corregir el ADN del paciente.
La tecnología en las pruebas diagnósticas
Hasta hace poco tiempo, el médico utilizaba la entrevista al paciente como su mejor herramienta para el diagnóstico. No solo era el momento de realizar preguntas sino de observar signos externos, palpar y escuchar el corazón.
Ahora, los médicos disponen de equipos de imagenología como el TAC y la resonancia magnética nuclear. Las tomografías axiales y por emisión de positrones para analizar tejidos. Los laboratorios disponen de constantes químicas, hormonales y celulares y han aumentado las pruebas que pueden realizarse para un mejor diagnóstico del estado de un paciente. La endoscopía permite explorar con precisión todas las cavidades del ser humano.
Pero hay más: entramos a la era de la medicina de precisión, en la que los diagnósticos son exactos. No se trata solo de identificar el cáncer por el órgano donde aparece, por ejemplo, “cáncer de pulmón”; sino de hacerlo por su mutación genética específica.
La biopsia líquida es el avance más prometedor de los últimos 20 años. Este análisis detecta en muestra de sangre o de otros líquidos corporales rastros de cáncer, como células tumorales y ADN, lo que permite diagnosticar cánceres en etapas tempranas y monitorear la respuesta al tratamiento con una alta frecuencia sin necesidad de cirugías invasivas.
La práctica médica ya no se concibe sin estas tecnologías. Los pacientes son los más beneficiados con las técnicas moleculares, porque permiten diagnósticos claros y tratamientos óptimos.
Inmunoterapia contra el cáncer
Durante décadas, las opciones contra el cáncer eran prácticas muy invasivas tales como la cirugía, la quimio y la radioterapia. La inmunoterapia introdujo una cuarta opción: potenciar el propio sistema inmune del paciente para eliminar o detener el crecimiento del tumor.
Existen varias clases de inmunoterapias: los inhibidores de puntos de control inmunitario; las terapias con células T (con las que se han logrado remisiones completas en leucemias y linfomas que antes eran terminales); además, están los anticuerpos monoclonales y las vacunas. Aunque aún no es posible utilizarlo en todos los casos, es un tratamiento cada vez más importante.
Trasplantes y xenotrasplantes
Desde el primer trasplante de riñón en 1954, la medicina de trasplantes ha salvado millones de vidas. Pocos años después, siguieron los de hígado y las de corazón (1967). Hoy se realizan además procedimientos de trasplantes de tejidos de córnea, médula ósea, nervios, piel, tendones, válvulas de corazón y venas.
En el año 2020, se realizaron aproximadamente 129 mil trasplantes de órganos en el mundo, un diez por ciento de las necesidades, según la OMS.
Trasplantes de órganos en el mundo 2020
Riñón
Hígado
Pulmón
Páncreas
Intestino
Total: 129.681
Los trasplantes son todavía intervenciones asombrosas, complejas y con una gran carga ética. El reto sigue siendo la escasez de órganos.
Los trasplantes desafían las técnicas quirúrgicas y la inmunología. Y la moral de muchos que se cuestionan sobre la corporalidad de la muerte y los efectos energéticos de los órganos en los trasplantados o quién merece una segunda oportunidad. A esto debe sumarse una nueva frontera: Los xenotrasplantes, trasplantes de órganos de animales a humanos. Aunque todavía están en etapa experimental, ya se han realizado los primeros trasplantes exitosos a humanos de corazones y riñones de cerdo modificados genéticamente.
Cirugías del corazón
En 2024, las enfermedades cardiovasculares fueron la principal causa de muerte y morbilidad a nivel mundial.
Las cirugías y cuidados cardíacos suelen mejorar y extender considerablemente la vida de los pacientes. Los injertos de arteria coronaria son tal vez la innovación más importante de los últimos años. Aunque algunos aseguran que la verdadera innovación es la disminución del riesgo al paciente durante la cirugía y el postoperatorio o la posibilidad de conectar al paciente a una máquina de derivación cardiovascular, permitiendo detener el corazón para poder operarlo.
Cirugía Robótica y de mínima invasión
La imagen del cirujano abriendo grandes cavidades está desapareciendo. La tecnología laparoscópica y, más recientemente, la cirugía robótica (como el sistema Da Vinci), permiten intervenciones complejas a través de incisiones milimétricas.
Los médicos se acostumbran a estas nuevas técnicas quirúrgicas. En ellas el cirujano no tiene que trabajar sobre el paciente. Un robot lo hace. El médico está frente a una consola desde donde dirige los brazos del robot y visualiza imágenes tridimensionales del paciente.
También, puede dirigir una intervención a distancia, con la ayuda de robots y redes de comunicación de alta velocidad, como 5G. El cirujano puede estar en su sede en Colombia y operar a un paciente en Bolivia.
Esto reduce drásticamente el dolor, el riesgo de infección y el tiempo de recuperación hospitalaria.
Inteligencia artificial en medicina
La IA se está convirtiendo en una herramienta clínica diaria. Sus aplicaciones van desde el análisis de imágenes médicas hasta la preservación de conocimientos de medicina tradicional.
Con IA es posible diagnosticar enfermedades con imágenes de mayor precisión; se han listado las proteínas acelerando el descubrimiento de nuevos fármacos; y se comienzan a utilizar modelos que alertan el deterioro de la salud de un paciente en UCI antes de que ocurra un desenlace fatal.
La importancia de la IA en la medicina es tal que ya la OMS y organismos de la ONU están estudiando marcos éticos para su uso responsable.
Fármacos para la obesidad (agonistas GLP-1)
La obesidad ha sido históricamente difícil de tratar farmacológicamente. Sin embargo, ya hay una solución: los agonistas del receptor GLP-1. Estos medicamentos, desarrollados para el control de la diabetes tipo 2, se promueven también para la pérdida de peso. Funcionan incrementando la secreción de insulina, disminuyendo el glucagón y ralentizando el vaciado del estómago.
La revista Science lo nombró el “Avance del Año” en 2023, ya que modifica la comprensión de la obesidad como una enfermedad metabólica y no solo un problema de estilo de vida.
Epidemiología del estilo de vida
El estilo de vida se asocia hoy a muchos trastornos de salud. Este enfoque comenzó desde los años 1950, con el caso del tabaco. Durante muchos años, fumar fue socialmente aceptado. Sin embargo, Richard Doll vinculó el tabaquismo con el cáncer de pulmón y así comenzó una nueva era: la epidemiología moderna de enfermedades crónicas.
Si bien no podemos hablar aquí de un descubrimiento, sí lo mencionamos porque salvó muchas vidas, no con fármacos ni con tecnología, pero sí con información. Ahora, es la guía para entender los efectos de los alimentos, el sedentarismo y los factores ambientales como determinantes de la salud.
Conclusión
Los avances en la medicina de los últimos años tienen el carácter de “revolucionarios”, porque están modificando la manera de abordar los diagnósticos y las terapias. Las vacunas seguirán siendo importantes en la historia de la medicina, porque son el descubrimiento que probablemente más vidas ha salvado en la historia de la humanidad. Sin embargo, con la ayuda de la tecnología los científicos siguen buscando respuestas para avanzar en el qué hacer de la medicina y en encontrar la cura para las enfermedades que siguen poniendo en riesgo a la población mundial.
Por Katy Schuth B. – Redactora
























