Qué causa más infecciones nosocomiales
¿A cuáles microorganismos podemos señalar como los más nocivos en los ambientes sanitarios? ¿A las bacterias, a los virus o a los hongos?
El entorno sanitario es propicio para la transmisión de infecciones causadas por patógenos. Las bacterias, los hongos y los virus pueden estar en los pisos, las paredes, las camillas, las superficies, los equipos y el aire. El ambiente puede contaminarse fácilmente con una amplia gama de microorganismos, provenientes de pacientes enfermos, acompañantes y del personal de la salud.
En ese escenario de alto riesgo están las personas más susceptibles de contraer una infección: los niños, adultos mayores, pacientes con cáncer, pacientes con una cirugía mayor o tratamientos invasivos y las personas inmunodeficientes. Y, claro, también están los profesionales de la salud, quienes están expuestos permanentemente a la contaminación.
El impacto de las infecciones nosocomiales
Muchas de las infecciones nosocomiales son de carácter endémico, es decir se presentan con frecuencia y con similares características en las instituciones de salud. Sin embargo, esta condición no puede restar importancia a la necesidad de reducirlas, controlarlas y prevenirlas.
Las razones son estas:
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El daño económico, social y sanitario es enorme, más aún si se considera que la mayoría de las infecciones adquiridas en hospitales pueden prevenirse.
¿Qué causa más infecciones en los hospitales?
Las IAAS tienen origen en agentes infecciosos de origen endógeno o exógeno y en muchas ocasiones es difícil determinar cuál de las dos es la causa de la infección.
La infección endógena sucede cuando la flora microbiana que coloniza normalmente el organismo del paciente encuentra una condición favorable para invadir. Por ejemplo, una de las IAAS más comunes ocurre cuando las bacterias de la flora endógena del paciente se transfieren al tejido de una herida o del sitio quirúrgico.
Entonces, si los pacientes que acuden a los servicios sanitarios están colonizados por microorganismos y pueden estar presentando una alteración en la relación con esos microorganismos, debe asumirse que pueden ser infecciosos y, por lo tanto, en cualquier momento de la consulta o tratamiento, por contacto, pueden diseminarse. Esa es la norma básica.
La otra forma de contagio es la exógena o contaminación cruzada. El agente infeccioso es transportado desde una fuente externa hasta el huésped. Los microorganismos están alojados en un reservorio y con algo de suerte encontrarán una puerta de entrada al organismo de alguien: por la orofaringe, los ojos, las mucosas, la uretra, el tracto respiratorio, genital o digestivo.
Microorganismos nocivos pueden estar en reservorios humanos como la piel y las mucosas o en reservorios no humanos como en el agua, los sistemas de ventilación, los dispositivos médicos, la ropa hospitalaria, las superficies y las soluciones y fluidos intravenosos.
¿De cuáles microorganismos estamos hablando?
Las bacterias, los virus y los hongos son las causas más importantes de infecciones nosocomiales.
Entornos sanitarios
Hasta el momento, las investigaciones sobre infecciones nosocomiales se han centrado en los pacientes hospitalizados y en los trabajadores de la salud.
Pero, es claro que la contaminación puede ocurrir en el servicio de urgencias, en el quirófano como consecuencia de una intervención ambulatoria o durante una consulta externa.
Más aún, la preocupación por las infecciones se ha desplazado incluso a los programas de atención domiciliaria y a los centros especializados para atención de adultos mayores.
El impacto de las infecciones causadas por virus, bacterias y hongos a personas que buscan atención médica es tal que ya se comienza a reclamar medidas de control de infecciones en estos entornos.(5)
Algunos datos:
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Prevención y control
El riesgo de infección es particularmente alto en los entornos sanitarios, pero, se ha demostrado que aplicar los mecanismos de prevención y control reducen las tasas de morbilidad y mortalidad asociadas con la atención sanitaria.
Los hospitales, centros geriátricos, servicios de atención domiciliaria bien dirigidos se caracterizan por el dinamismo de los comités de infecciones para reducir la incidencia y prevalencia de las IAAS. Entender qué sucedió, qué causó la infección, cómo sucedió, dónde se produjo, son las respuestas clave para emprender programas efectivos de prevención de IAAS, que sean capaces de iniciar las tareas necesarias para disminuir el riesgo de infección intrahospitalaria.
Conclusión
La preocupación por mitigar el impacto de las infecciones asociadas a la atención sanitaria está justificada: los microorganismos patógenos causantes de infecciones nosocomiales pueden llegar a ser virulentos y resistentes a los antibióticos disponibles. ¿Qué es lo que se debe controlar? ¿A qué hay que ponerle barreras? Las bacterias son la causa más común de infecciones intrahospitalarias. Los virus, la causa más común de IAAS en ambientes cerrados.
(1) No se incluye SARS Cov2 porque las investigaciones científicas aún son insuficientes.
(2) Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en el Informe sobre la carga de infección endémica asociada a la atención médica en todo el mundo, se ha observado que las infecciones adquiridas en los hospitales tienden a ser más severas que las adquiridas en la comunidad, provocando más muertes en niños y pacientes en UCI.
(3) http://www.higiene.edu.uy/cefa/2008/infeccioneshospitalarias.pdf
(4) https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0021850217301404
(5) WHO, Report on the Burden of Endemic Health Care-Associated Infection Worldwide.
Por Katy Schuth B. – Redactora