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Actualizado junio 17 – 2025
Publicado abril 7 – 2022

¿Estás usando bien los guantes médicos?

Tiempo de lectura:
7 min

  • Introducción
  • El desafío de la práctica en el entorno hospitalario
  • Errores comunes al usar guantes
  • Funciones esenciales de los guantes médicos
  • Qué protección ofrecen los guantes médicos
  • Las buenas prácticas en el uso de guantes médicos
  • Elección del guante
  • Conclusión

Los guantes médicos son un insumo infaltable en cualquier institución sanitaria, ya que desempeñan un papel crucial en la interrupción de la cadena de transmisión de infecciones. Sin embargo, su eficacia está intrínsecamente ligada a su uso adecuado y a una de las medidas más importantes de bioseguridad, la higiene de manos.

Los guantes médicos son un elemento indispensable en la atención médica. Ya sean de nitrilo, vinilo, o diseñados específicamente para examen o quirúrgicos, estos elementos de protección personal (EPP) son la primera línea de defensa para profesionales de la salud y pacientes. Su elección y uso correcto son cruciales para prevenir el contagio de infecciones y para garantizar la seguridad sanitaria en cualquier entorno clínico. Sin embargo, su eficacia va más allá de su simple uso; radica en la comprensión profunda de sus características, aplicaciones específicas y, fundamentalmente, en la disciplina de la práctica del protocolo indicado.

Aunque la mayoría de los profesionales son conscientes de la importancia de los guantes en su propia protección y en la prevención de infecciones, estudios recientes revelan una brecha significativa entre el conocimiento y la práctica.

Para 2025, la Organización Mundial de la Salud, OMS, eligió como lema del Día Mundial de la Higiene de Manos «Guantes, a veces, higiene de las manos, siempre». Este llamado hace parte del gran proyecto de continuar mejorando los planes de control de infecciones y de asumir la higiene de manos como un indicador nacional clave en los sistemas de salud de los países miembros; además, de mejorar prácticas sostenibles.

Este artículo pretende valorar las mejores prácticas de higiene de manos y el uso adecuado de guantes para mejorar los resultados de la institución.

El desafío de la práctica en el entorno hospitalario

Un estudio realizado en Leipzig[1], Alemania y publicado en 2022 resalta que, si bien muchos profesionales creen conocer y aplicar la técnica correcta de uso de guantes, la realidad observada no coincidía con esa afirmación. Este fenómeno no es aislado y se ha documentado en diversas instituciones de salud a nivel mundial.

En consecuencia, el guante parece ser una medida de prevención que no cumple con las expectativas de los usuarios. Conduce a un deterioro del cumplimiento de la higiene de manos y al mismo tiempo transmite falsamente una sensación de seguridad; igualmente, los encuestados no estaban suficientemente familiarizados con las indicaciones para el cambio correcto de guantes. Todo esto significa que los guantes parecen ser un problema importante para la seguridad del paciente, ya que se usan con demasiada frecuencia e incorrectamente para la autoprotección.

Errores comunes al usar guantes

Observaciones en diversos entornos hospitalarios han identificado errores persistentes en el uso de los guantes entre los profesionales de la salud. Las cuatro grandes fallas se resumen así:

  • Baja desinfección de manos antes de usar guantes:

    aunque este aspecto es crucial para no contaminar la caja dispensadora y los guantes durante la postura, el cumplimiento del procedimiento de higiene de manos antes del enguantado no siempre se realiza.

  • Falta de cambio de guantes:

    a menudo, los guantes no se cambian si bien las situaciones lo exigen (suciedad, perforaciones, cambio de zona corporal del paciente, o entre pacientes). Esto aumenta el riesgo de transmisión de microorganismos a profesionales de la salud y pacientes.

  • Mala interpretación de su función:

    para muchos los guantes son una barrera infranqueable contra las bacterias y por eso no realizan desinfección de manos después de usar guantes.

  • Uso excesivo e innecesario:

    es posible observar que se utilizan guantes para tareas que no lo requieren, como hacer una cama o transferir un paciente sin enfermedad infecciosa transmisible. Así mismo, el usuario conserva el mismo par de guantes en uso continuo en actividades relacionadas con distintos pacientes, cuando ya deberían haberlos retirado o cambiado, para minimizar el riesgo de transmisión de microorganismos.

Estos errores, o “baches” en la información y práctica, persisten y requieren atención constante: cada etapa en la que no se practica el protocolo es una posibilidad de error y de aumento en el riesgo de contaminación.

Funciones esenciales de los guantes médicos

Los guantes médicos tienen dos funciones primordiales en la protección y prevención de infecciones:

Proteger las manos del personal de la salud

al entrar en contacto con líquidos de precaución universal, como sangre y otros fluidos potencialmente contaminantes.

Reducir el riesgo de contaminación cruzada

de paciente a profesional de la salud, de profesional a otros pacientes, y al medio ambiente.

Para cumplir con las tareas de protección y prevención de infecciones se considera obligatorio el uso de guantes durante la atención a un paciente cuando implique contacto -o riesgo de entrar en contacto- con fluidos corporales, membranas mucosas y piel no intacta y durante brotes infecciosos. En todos estos casos los fluidos corporales pueden contener microrganismos patógenos capaces de contaminar.

Así mismo, y teniendo en cuenta que el sistema inmunológico del enfermo, justamente por su condición, puede estar débil y más susceptible a infectarse, durante la atención los guantes deben estar libre de contaminación; y, al terminar la atención, las manos del profesional deben quedar limpias.

Qué protección ofrecen los guantes médicos

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, varios estudios clínicos han demostrado que en efecto los guantes protegen la salud del personal de salud y ayudan en la seguridad de los pacientes.

Sin embargo, la efectividad de los guantes depende de comprender los riesgos, conocer el protocolo y usar los guantes médicos de manera adecuada.

Es vital saber que los guantes médicos «no ofrecen una protección completa contra la contaminación de las manos»[2]. Son barreras muy efectivas, pero no infalibles. La protección depende de estas características:

  • Penetración:

    las roturas o imperfecciones podrían permitir el ingreso de sustancias que contaminarían o dañarían la piel.

  • Permeabilidad:

    se refiere a la capacidad del guante para proteger las manos frente a la exposición a sustancias contaminantes que se desplazan molecularmente a través del material (látex, vinilo, neopreno o nitrilo) hasta la piel.

  • Degradación:

    los guantes pueden degradarse y perder sus características físicas al contacto con químicos.

  • Tiempo de penetración:

    los guantes son resistentes y protegen bien en períodos de diez a 30 minutos, según el tipo. El uso prolongado contribuye a la contaminación de las manos, los pacientes y el entorno.

  • Reacciones alérgicas:

    los químicos y materiales utilizados en la fabricación de guantes pueden causar reacciones alérgicas y dermatitis en los trabajadores de la salud.

Las buenas prácticas en el uso de guantes médicos

Caer en la cuenta del daño que podemos provocar con una mala práctica en el uso de guantes es un buen comienzo para animarnos a seguir el protocolo. Muchos de los errores se cometen por descuido, desconocimiento o por el afán de hacer todas las cosas bien.

  • Higiene de manos previa:

    el lavado de manos con agua y jabón o una solución de base alcohólica es indispensable antes de ponerse los guantes. Esto previene la contaminación de la caja de guantes y de los guantes a usar.

  • Momento adecuado para el enguantado:

    ponerse los guantes justo antes de la atención al paciente, no antes de ingresar a la habitación o sala de procedimiento. Manipular elementos previos puede contaminar el guante.

  • Uso indicado:

    los guantes se recomiendan solo cuando se prevé contacto con líquidos corporales del paciente, membranas mucosas, piel no intacta y material potencialmente infeccioso.

  • Retirada y post-higiene:

    los guantes se retiran al terminar la atención de un paciente. Inmediatamente después, se procede a la desinfección de las manos, que pueden contaminarse durante el procedimiento o al quitarse el guante.

  • Un solo par de guantes por paciente:

    un mismo guante no debe usarse en la atención de varios pacientes.

  • Cambio de guantes entre zonas:

    se aconseja cambiar de guantes al cambiar de un sitio del cuerpo del paciente a otro (ej., de la revisión de un dispositivo médico a una membrana mucosa, o de la piel no intacta a una superficie).

  • Guantes desechables:

    son de un solo uso y no deben reutilizarse, incluso si se intenta desinfectarlos.

  • Disposición adecuada:

    los guantes usados deben desecharse en los recipientes destinados a residuos peligrosos, asumiendo que han entrado en contacto con materiales potencialmente contaminantes.

Elección del guante

No todos los guantes ofrecen la misma protección ni son indicados para todos los procedimientos. Cada institución debe definir su protocolo según el nivel de riesgo, las condiciones del personal de salud y del paciente, y el tipo de procedimiento. Es importante seleccionar guantes que cumplan con los estándares de calidad para reducir el riesgo de perforaciones.

Presentamos esta guía:

Tipo de guante

Vinilo

Nivel de riesgo

Hay baja exposición a fluidos.

Técnica o procedimiento

Para movilización y evaluaciones de pacientes sin riesgo a exposición a sangre, fluidos corporales o materiales biosanitarios.

Condiciones especiales del paciente y profesional

Las indicadas en los protocólos de la institución.

Tipo de guante

De látex
para examen
No estéril

Nivel de riesgo

Hay alta exposición a fluidos y el nivel de riesgo es alto.

Técnica o procedimiento

Para actividades cortas y con posible exposición a fluidos corporales, tales como drenajes, canalización de vías, limpieza de heces, vómito y orina, curaciones y manejo de quemaduras.

Condiciones especiales del paciente y profesional

Las indicadas en los protocólos de la institución.

Tipo de guante

De Nitrilo
para examen
No estéril

Nivel de riesgo

Hay alta exposición a fluidos y el nivel de riesgo es alto.

Técnica o procedimiento

Para actividades cortas y con posible exposición a fluidos corporales, tales como drenajes, canalización de vías, limpieza de heces, vómito y orina, curaciones y manejo de quemaduras.

Condiciones especiales del paciente y profesional

Las indicadas en los protocólos de la institución.
Se recomienda su uso si el paciente o el profesional de la salud son alérgicos al látex.

Tipo de guante

Quirúrgico
de Látex
Esteril

Nivel de riesgo

Hay alta exposición a fluidos y el nivel de riesgo es alto.

Técnica o procedimiento

Para todos los procedimientos que requieran técnica estéril, como paso de catéter, cirugía y anestesia, y se requiera alta sensibilidad en las manos en las intervenciones.

Condiciones especiales del paciente y profesional

Las indicadas en los protocólos de la institución.

Tipo de guante

Nitrilo
Estéril

Nivel de riesgo

Hay alta exposición a fluidos y el nivel de riesgo es alto.

Técnica o procedimiento

Para todos los procedimientos que requieran técnica estéril, como paso de catéter, cirugía y anestesia, y se necesita mayor protección del profesional al realizar procedimientos con equipos o cuando el trabajo en sí mismo tenga el riesgo de romper los guantes.

Condiciones especiales del paciente y profesional

Las indicadas en los protocólos de la institución.
Se recomienda su uso si el paciente o el profesional de la salud son alérgicos al látex.

Siendo un elemento vital en la atención sanitaria, el uso racional de guantes es fundamental para la institución. Esto implica evitar el desperdicio y los usos no indicados, lo que requiere un análisis de la necesidades y capacitación continua al personal encargado del suministro y manejo.

Conclusión

Es posible que en muchas instituciones de salud los profesionales asuman que están realizando una buena técnica de higiene de manos y uso de guantes. Pero no siempre es así. Los guantes son muy efectivos en la prevención de infecciones y por eso es importante conocer cómo hacer un uso adecuado y generar conciencia sobre la importancia de tener una buena práctica.

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[1] Robert Imhof,1 Iris F. Chaberny,*,1 and Bettina Schock Gloves use and possible barriers – an observational study with including questionary

[2] WHO, Glove Use Information Leaflet. Se puede ver en: https://www.who.int/gpsc/5may/Glove_Use_Information_Leaflet.pdf

Por Katy Schuth B. – Redactora
Revisado marzo 2022 / junio 2025

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