Gasas y compresas: ¿son todas iguales?
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La elección de gasas y compresas es más crítica de lo que se piensa. Este par de insumos impacta directamente en las infecciones, la recuperación del paciente y los costos ocultos de una institución. Te presentamos una guía completa.
Las gasas y compresas son un suministro indispensable en cualquier entorno sanitario. Son tan comunes que con frecuencia se subestima su importancia. Sin embargo, elegir las gasas y compresas adecuadas para cada procedimiento puede incidir en las tasas de infecciones nosocomiales, la cicatrización y recuperación de los pacientes, las complicaciones postquirúrgicas y los costos ocultos.
En el mercado hay muchas ofertas de gasas y compresas. ¿Son todas iguales?
Con esta guía verás que las gasas y compresas pueden ser la diferencia entre un buen resultado y un mal resultado en la calidad del servicio.
¿Cómo son las gasas y compresas?
A simple vista, las gasas y compresas parecen iguales: pedazos bien cortados y doblados de material absorbente. No obstante, es importante aprender a reconocerlas para utilizarlas correctamente y no incurrir en gastos innecesarios.
Gasas
Son tejidos delgados, ligeros, finos, flexibles, en algodón 100% o material no tejido, diseñadas principalmente para la absorción de volúmenes ligeros de fluidos, limpiar superficies pequeñas, aplicar presión en puntos de sangrado menor, etc.
Vienen en diferentes tamaños, pliegues y con o sin trama de radiopaca para detección de Rayos X.
Compresas
Se distinguen por que son más gruesas y grandes que las gasas. Están compuestas de varias capas de tejidos que tienen alta capacidad de absorción. Por su volumen y tamaño son ideales para cirugías de cavidad, en las que se utilizan para absorber los fluidos, retraer órganos internos, aplicar presión sobre los sangrados y proteger los órganos durante la intervención. Suelen tener filamento de radiopaca para ser detectadas fácilmente por Rayos X.
Las gasas y compresas son multifuncionales y su alto consumo se debe precisamente a su versatilidad. Se utilizan en diversas áreas de las instituciones sanitarias para:
Factores clave que las diferencian
La cantidad de fluido que se necesita manejar, el tamaño de la herida/cavidad y la simpleza o complejidad del procedimiento son los principales criterios al momento de decidir entre gasa y compresa y entre tejido o no tejido.
Las de materiales no tejidos tienen estas ventajas:
Sin embargo, en ciertos casos pueden ser menos flexibles y maleables que las de tela tejida.
Este suministro médico es ideal en procedimientos en los que la liberación de partículas es sumamente crítica, por ejemplo, en oftalmología o microcirugía; para el manejo de exudados en heridas agudas, sangrados leves, cuidado de heridas y preparación de la piel para procedimientos.
Por su parte, las gasas y compresas de algodón o mezclas (tela tejida) presentan un tejido en forma de malla lo que las hace:
Frente a los materiales no tejidos presentan como desventajas una menor capacidad de absorción, mayor adherencia, menor resistencia a la rotura y liberación de pelusas.
Estas gasas y compresas son ideales para el manejo de heridas donde la adherencia no será un problema crítico, para rellenar áreas y dar comodidad y limpieza de la piel.
La capacidad de absorción de estas gasas y compresas depende del tejido, del número de hilos, del número de capas y la calidad del algodón. Por regla general, se entiende que a mayor cantidad de hilos y capas, mejor absorción.
¿Para qué proceso escoger una u otra?
La elección debe basarse en el tipo de procedimiento, la condición de la herida y los objetivos del cuidado.
Heridas quirúrgicas limpias
Gasa/ Compresa de tela No tejida
Altamente recomendado: menos pelusas, menor riesgo de contaminación, excelente absorción.
Gasa/Compresa de tela tejida
Verificar calidad del insumo para evitar riesgo de granulomas por cuerpo extraño debido a la liberación de fibras.
Heridas con exudado abundante
Gasa/ Compresa de tela No tejida
Ideal: alta capacidad de absorción y retención de líquidos.
Gasa/Compresa de tela tejida
Tener cuidado si se satura rápidamente, en ese caso realizar cambios frecuentes.
Limpieza de heridas profundas/cavidades
Gasa/ Compresa de tela No tejida
Preferible: mantiene la integridad, absorbe eficazmente. Asegurarse de usar con trama de RX.
Gasa/Compresa de tela tejida
Verificar calidad del insumo para evitar riesgo de dejar fibras en la cavidad.
Preparación de piel pre-quirúrgica
Gasa/ Compresa de tela No tejida
Ideal: uniformidad, buena absorción de antisépticos, menos pelusas.
Gasa/Compresa de tela tejida
Adecuada: si la textura es necesaria para fricción. Tener cuidado con mayor liberación de pelusas.
Protección general/acolchado
Gasa/ Compresa de tela No tejida
Excelente: ofrece buena protección y absorción.
Gasa/Compresa de tela tejida
Adecuada: especialmente si se requiere mayor maleabilidad o transpirabilidad.
Curaciones diarias (no quirúrgicas)
Gasa/ Compresa de tela No tejida
Preferible: menos adherencia, menos trauma al retirar.
Gasa/Compresa de tela tejida
Aceptable: para heridas con poco exudado, pero considerar el riesgo de adherencia.
Aplicación de presión
Gasa/ Compresa de tela No tejida
Excelente: mantiene su forma y capacidad de absorción bajo presión.
Gasa/Compresa de tela tejida
Adecuada: si se requiere un volumen significativo, pero con menor uniformidad en la presión.
Uso en Oftalmología/Microcirugía
Gasa/ Compresa de tela No tejida
Imprescindible: la ausencia de pelusas es crítica para evitar complicaciones.
Gasa/Compresa de tela tejida
El desprendimiento de fibras puede causar serios problemas.
Efecto de las gasas y compresas en el control de infecciones
Las gasas y compresas son parte integral en la gestión de herias para prevenir infecciones asociadas a la atención sanitaria. Un insumo inadecuado o mal utilizado puede convertirse en la puerta de entrada para los microorganismos o un semillero para su proliferación.
Estos son los momentos críticos en los que la elección de una u otra determina los resultados:
En resumen, aunque se trate de un material común, las gasas y compresas se deben elegir con criterio científico para minimizar los riesgos de infección. Se trata de una estrategia segura para los pacientes y de bajo costo para la institución.
Criterios clave en un plan de compras de gasas y compresas
Las gasas y compresas como un suministro que afecta la calidad de la institución merecen un plan detallado de condiciones para su adquisición. Sugerimos doce criterios que ayudarán a optimizar los recursos y mejorar la productividad.
Al comprender las diferencias y aplicaciones específicas de las diferentes ofertas de gasas y compresas es posible tomar las decisiones que tengan un impacto directo en la calidad de la atención al paciente y los resultados operativos de las instituciones sanitarias.
Conclusión
Elegir gasas y compresas adecuadas va más allá del precio; es una decisión crítica que impacta directamente en la seguridad del paciente y los resultados operativos de tu institución. Al priorizar el tipo de material, la calidad, la capacidad de absorción y la baja liberación de pelusas, la presentación, puedes optimizar los recursos y reducir riesgos de infecciones. Un plan de adquisición que evalúe bien cada aspecto es una inversión en la calidad de la atención sanitaria.
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Por Katy Schuth B. – Redactora