Actualizado mayo 7 – 2024
Publicado diciembre 15 – 2022
La higiene del paciente:
una práctica crucial en la atención médica
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6 min
Hoy, en el ámbito sanitario muchos piden que la higiene del paciente sea una de las funciones centrales de enfermería. Estas son las razones.
Las actividades de higiene tienen un alcance de gran importancia para el bienestar del paciente y, especialmente, para la eficacia de los tratamientos en las instituciones sanitarias. Palabras como proporcionar seguridad del paciente, comodidad y confianza están estrechamente relacionadas con los cuidados básicos.
Algunas investigaciones clínicas[1] han examinado la relación directa que hay entre la ejecución de los cuidados básicos por profesionales de enfermería y los resultados positivos de los pacientes. Se habla de estos efectos:
Desafíos y problemas en la higiene del paciente
Por su impacto en la salud, la higiene del paciente no debería convertirse en un riesgo para el paciente, por el contrario, debería promover su integridad.
Sin embargo, el baño en cama conlleva a algunos problemas.
En pacientes en estado crítico, se ha observado que el baño puede ser arriesgado: minutos después se suelen reportar alteraciones de los signos vitales ocasionados por el movimiento, el estrés o los cambios de temperatura. Es por eso que se insiste en el control y supervisión del proceso de higiene.
Asimismo, los jabones fuertes o los residuos de jabón que quedan en la piel pueden dañarla. El jabón elimina los lípidos naturales, disminuye los lubricantes naturales, altera el PH de la piel y la adelgaza. Si no se lava bien y/o el jabón es muy fuerte, los daños cutáneos suelen aumentar. Las pequeñas heridas en la piel pueden ser la puerta de entrada a infecciones difíciles de tratar. Este riesgo es mayor si el tiempo de permanencia en cama es prolongado.
Algo similar sucede si la piel queda húmeda después del baño. Si no se seca bien y los pliegues de la piel quedan mojados, puede aumentar la flora microbiana del paciente.
Finalmente, otro de los problemas detectados durante el baño se refiere a la contaminación cruzada. Ciertas prácticas de baño en cama podrían provocar infecciones asociadas a la atención sanitaria. Esta investigación[2], por ejemplo, determinó el efecto de los implementos que se utilizaban en el procedimiento del baño en cama y pudo medir así sus efectos:
…se informó un aumento en la tasa de infección del tracto urinario después de que se eliminaron los productos de toallas de baño empaquetados (de uso único) y se restablecieron los baños tradicionales en la cama con agua y jabón. Esta infección asociada a la atención sanitaria aumentó del 50% a más del 95% durante el informe estatal obligatorio de infecciones.
Para evitar que los implementos utilizados en la higiene del paciente contribuyan a un aumento en la carga de patógenos después del baño, se recomienda vigilar estos factores de riesgo:
Los objetivos de la higiene del paciente
Un baño en cama nunca reemplazará el efecto placentero y la eficacia de una ducha. Es más bien un último recurso, uno que aporta mucho valor a la recuperación integral del paciente porque ayuda al descanso, induce el sueño, mejora la comodidad y promueve la dignidad de los pacientes.
Además, se debe entender como una estrategia efectiva en la prevención de infecciones: estos pacientes presentan condiciones que afectan la piel, como edad avanzada, mala nutrición, deshidratación, mala movilidad, incontinencia, tratamientos médicos e intervenciones quirúrgicas con heridas y drenajes. Los pacientes enfermos suelen ser buenas fuentes de microrganismos patógenos y, al mismo tiempo, presentar bajas defensas. Por lo tanto, son más susceptibles a contraer infecciones.
El baño en cama ayuda a eliminar los microrganismos en el sudor, la grasa, la suciedad. Al eliminar este exceso de secreciones corporales, se cuida la función de barrera de la piel para prevenir que microrganismos lesionen la epidermis, los tejidos y, en el peor de los casos, los órganos.
Entonces, no se trata solo del cuidado de una herida quirúrgica si la hay, sino de toda la superficie corporal. Una pequeña laceración en la piel, un catéter o las mucosas pueden infectarse fácilmente durante el baño o, peor aún, infectarse por no recibir un buen baño.
Los momentos de verdad con el paciente
La higiene del paciente es un momento ideal para que el personal de enfermería observe entonces el estado del paciente y ayude a los médicos tratantes con sus observaciones.
El personal de enfermería podrá apreciar si hay cambios en la herida quirúrgica, en el estado de la piel y de la boca, la movilidad y la experiencia del dolor. También, podrá evaluar olores y comentar con el paciente su estado de ánimo, deseo de comer, necesidades y patrones de sueño. Durante este procedimiento, se logra un valioso conocimiento del avance del paciente que permite evaluar riesgos y amenazas a su salud.
Además, ayudarán a aclarar creencias, costumbres, y disminuir el pudor que suele ser causa de estrés. Estas conversaciones contribuyen a una mejor experiencia del paciente y familiares durante su estadía la institución.
Estrategias y soluciones para una higiene efectiva
Hoy, ya existen productos y técnicas adecuadas para minimizar los riesgos de contraer infecciones durante los cuidados básicos del baño en cama. Es necesario revisar los protocolos de higiene y manteneros actualizados y efectivos.
Por ejemplo, la institución podrá implementar como prácticas de baño seguro el uso de paños húmedos de uso único que puedan utilizarse y desecharse al cambiar de zona de la piel para no promover la contaminación cruzada.
Los paños y toallas de uso único son suaves al tacto, lo que reducirá que la piel del paciente se lesione con el roce. No botan pelusas ni hilos que puedan caer en una herida y provocar una infección. Arrastran partículas y microorganismos, dejando la piel limpia. Ayudan al trabajo del personal de enfermería y de los cuidadores porque están listos para usar, y no hay que lavar ni secar después de su uso.
Esta se considera una práctica innovadora de baño en cama porque tiende a mantener la integridad de la piel, protege la función de barrera de la piel y reduce el recuento de microorganismos patógenos en la piel de los pacientes.
Un protocolo efectivo
Las toallas húmedas de uso único son un insumo médico de gran beneficio para el paciente y el personal de enfermería y la institución siempre y cuando la técnica de uso sea la adecuada. En general, los estudios afirman que son efectivas, pero no infalibles, porque los resultados dependen de la persona a cargo del paciente.
Una buena práctica de uso de paños y toallas de uso único es:
1
Cambiar las toallitas de uso único si se ensucian.
2
Cambiar los paños desechables después de lavar los genitales y el área sacra.
3
Si se usa agua, cambiar el agua que se va a utilizar en la higiene del área perineal y botarla luego de la limpieza.
4
Separar los pliegues de la piel para asearlos bien.
5
Revisar la piel en busca de lesiones por el tiempo de permanencia en cama, enrojecimientos, hinchazones en heridas quirúrgicas o inflamaciones en zona de catéter.
6
Secar la piel con palmaditas para reducir el riesgo de daños por fricción.
7
Utilizar toallas de uso único suaves y que no dejen hilos, motas o partículas.
8
Ubicar cerca de la cama el recipiente para desechar las toallitas una vez utilizadas.
9
Retirar la ropa de cama evitando la dispersión de microorganismos y células muertas de la piel del paciente.
10
Conversar con el paciente sobre su estado.
Promoción de cuidados básicos óptimos
Finalmente, al revisar el protocolo para la higiene del paciente hospitalizado o en cama se pueden incluir estas prácticas:
Tomar conciencia de la importancia de la higiene del paciente puede ayudar a que esta se convierta en un momento especial del tratamiento de recuperación.
Conclusión
La higiene del paciente es más que un procedimiento rutinario para el personal de enfermería. Es un momento de verdad para el paciente y la institución. De la higiene depende la rápida recuperación del paciente. Los paños y toallas de uso único ofrecen confort y seguridad al paciente y disminuyen la carga laboral del personal asistencial.
[1] Maryanne McGuckin, Arlene Shubin, Marianne Hujcs. Interventional patient hygiene model: Infection control and nursing share responsibility for patient safety.
[2] Veje, Pia RN, MSN, La efectividad de las prácticas de baño en cama sobre la integridad de la piel y las infecciones adquiridas en el hospital entre pacientes adultos: un protocolo de revisión sistemática
https://www.nursingcenter.com/journalarticle?Article_ID=3523849&Journal_ID=3425880&Issue_ID=35234
Por Katy Schuth B. – Redactora