2021: Tendencias importantes
para el sector de la salud
10 tendencias importantes para el sector de la salud en el 2021:
¿Cuáles cambios propuestos para controlar la pandemia por Sars CoV2 /Covid-19 continuarán en el tiempo? El sistema de salud se beneficiará de estas diez tendencias.
La humanidad nunca ha sido igual después de una pandemia. El esplendor del islam se abrió paso tras la plaga del imperio bizantino. La peste negra desarrolló el transporte marítimo. El capitalismo y la era industrial se vigorizaron después de las epidemias del siglo XVII. “La reacción a la llamada ‘peste española’ de 1918 trajo ciencia, arte y mejora de la expectativa de vida a nivel global,”[1] dice el historiador José Enrique Ruiz-Doménec.
¿Entonces, qué cambiará después de la pandemia por Sars CoV2 /Covid-19?
Algunos analistas apuntan al impulso de la tecnología digital como uno de los efectos que perdurará en el tiempo. El comercio electrónico, la asistencia médica virtual, el trabajo en casa y los implantes de chips en el cuerpo humano, entre otras, tendrán gran impulso. Pero, siendo positivos, qué otras tendencias podemos esperar para 2021…
Cabe esperar que los sistemas de salud modifiquen esquemas de atención a los adultos mayores. Según la PAHO, el informe de las Naciones Unidas, El impacto de la COVID-19 en las personas mayores, sugiere que la alta tasa de mortalidad puede ser resultado de “las condiciones subyacentes que afectan al 66% de las personas mayores de 70 años”[2]. La pandemia reveló fragilidad en los programas de salud y los entornos.
Por eso, en el 2020 se dio comienzo a La Década del Envejecimiento Saludable, un programa de la Organización Mundial de la Salud, OMS, que llama a “desarrollar y mantener las habilidades funcionales que permitan el bienestar en la vejez”[3]. Sigue la tendencia. La población envejece y se requiere atenderla mejor.
Aún no hay datos sistematizados sobre los efectos psicológicos del Sars CoV2 /Covid-19 y, sin embargo, la preocupación por los problemas mentales es clara.
De un lado, no se conocen aún los reales efectos neurológicos en los pacientes infectados, lo cual impulsa a los investigadores del mundo. De otro lado, asuntos como el miedo, la ansiedad y la soledad empiezan a tratarse como enfermedades a las que se debe quitar el estigma social.
Se trata de la actualización de un viejo proverbio, “la salud es lo primero”, por una ética basada en el cuidado. La personalización y la humanización de la medicina podrían ganar terreno, pero también otras tendencias como la relajación, la nutrición, el acondicionamiento físico, el contacto con la naturaleza y los entornos saludables.
Desde el comienzo de la pandemia se advirtió que los sistemas de salud en el mundo eran vulnerables a la infección. Ahora, que se anuncia la probabilidad de nuevas pandemias en pocos años, la urgencia de fortalecer los sistemas de salud es manifiesta. Se espera que estén mejor preparados para responder a una crisis, esto es, que dispongan de los recursos técnicos y humanos suficientes para detectar y controlar cualquier infección.
La probabilidad matemática de una nueva epidemia o pandemia es alta por la condición “globalización”. La rapidez en que podemos movernos entre países y podemos movilizar bienes y servicios es un factor a favor de los virus. Sin embargo, la interconexión también es parte de la solución.
Estas son evidencias: la comunidad científica del mundo se unió en busca de la vacuna; la mayoría de los países hacen negociaciones conjuntas para la compra y distribución de las vacunas; y no existe ningún interés en que algún país del mundo se quede sin cobertura.
El conocimiento de que la población del mundo sigue en aumento y estamos interconectados mantendrá la atención de los gobiernos y organizaciones de la salud sobre protocolos, brotes y epidemias.
Esta tendencia lleva ya muchos años. Sin embargo, era tratada como un tema de unos grupos de interés, de unos segmentos de mercado o “tribus”. Podemos afirmar que ahora hay más usuarios de servicios, consumidores de productos, líderes sociales y empresariales que quieren participar activamente en el cuidado del planeta.
Las posibles amenazas del cambio climático dejaron de estar en el papel: se requiere preservar la biodiversidad como factor determinante en nuestro propio bienestar.
La práctica más constante del lavado de manos probablemente contribuyó a crear hábito en la higiene de manos no solo entre el personal de salud sino también en la población en general.
¿Podría esperarse que tener este cuidado contribuya a disminuir las infecciones nosocomiales, la influenza y otros virus?
Suponer que toda la humanidad aprendió el autocuidado es apresurado. Pero suponer que ahora somos muchos más los que tenemos mejores prácticas de cuidados es válido. Los médicos, enfermeras y personal de la salud no son la excepción. Ahora se cuidan más. Cabe esperar que esta siga siendo la tendencia.
Se ha rescatado una antigua verdad: los seres humanos somos seres comunitarios, interconectados. Nuestro éxito no es individual sino social. Los aplausos y agradecimientos a los profesionales de la salud tuvieron ese sentido: tú me cuidas, yo te cuido.
Podría esperarse que continúen las campañas sociales para hacernos más sensibles al otro.
El sistema de salud del mundo aceptó desde el comienzo de la pandemia que las telas no tejidas de uso único desarrolladas para los elementos de protección personal en salud como batas y mascarillas, campos quirúrgicos, sábanas y envolvederas para esterilizar, entre otras, eran las únicas capaces de ayudar a los profesionales de la salud a protegerse mejor y al mundo a crear barreras efectivas para el control del virus. En algunos casos, se reguló su uso obligatorio para EPP y en otros se recomendó.
Lo que hasta hace poco era un tema problemático en algunas instituciones, se convirtió en un asunto de vida o muerte. Hay más conciencia sobre los beneficios de la tela no tejida en la protección, prevención y control de infecciones.
La tendencia a utilizar la ropa quirúrgica y hospitalaria de uso único viene en ascenso desde hace años y se espera que su empleo sea aún más extendido ahora que muchas instituciones han comprobado su efectividad.
La pandemia por Sars CoV2 /Covid-19 activó de manera importante algunas tendencias que venían observándose desde hace años en el sector de la salud. El cuidado de sí y de los otros adquiere una nueva y vigorosa dimensión. Somos seres interconectados y por ello debemos tener conciencia de que nuestras acciones impactan a los demás.
(1) Ruiz-Domenec José Enrique, El día después de las grandes epidemias.
(3) https://www.who.int/es/initiatives/ageing/decade-of-healthy-ageing
Por Katy Schuth B. – Redactora