Actualizado julio 2 – 2024
Publicado marzo 5 – 2021
El impacto de las infecciones en la sostenibilidad
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Un mundo sostenible es un mundo con salud. Las infecciones por virus y bacterias pueden ser controladas. Las instituciones sanitarias son indispensables.
«¿Podemos crear un mundo libre de pandemias?» Esta pregunta fue planteada por Tedros Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2018 durante la Cumbre Mundial de Gobierno, para subrayar la vulnerabilidad de los sistemas de salud a nivel mundial frente a brotes y epidemias. La crisis que vivimos unos meses después por la pandemia por Covid19 puso en evidencia que las infecciones no solo ponen en peligro la salud humana, también desafían la sostenibilidad de nuestras sociedades al afectar diversos aspectos cruciales para el bienestar y el progreso.
Impacto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Dos de los pilares de la sostenibilidad, economía y sociedad, sufrieron fuerte impacto negativo por la pandemia por Covid19, mientras por las redes nos alegrábamos de los pequeños cambios positivos en la naturaleza. Aunque algunos de los indicadores ya se han recuperado, la pandemia por Covid19 afectó muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en países de altos y bajos ingresos.
ODS 1 (Fin de la Pobreza): «En 2020, la proporción mundial de trabajadores que viven con sus familias por debajo del umbral internacional de pobreza aumentó por primera vez desde 2000 (año en que se inicia la serie de datos), alcanzando el 7,2%, lo que se tradujo en 8 millones de trabajadores adicionales que viven en la pobreza en comparación con 2019.»[1]
El ODS 3 (Salud y Bienestar) también varió al aumentar la morbilidad y mortalidad como consecuencia del virus y de otras enfermedades que no tuvieron atención sanitaria.
El ODS 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico). Se afectó la productividad laboral, disminuyeron las horas de trabajo y aumentó el ausentismo. Se estima que la crisis sanitaria provocó 28 millones de desempleados más en 2021 que en 2019.
Como consecuencia de la crisis sanitaria, las mujeres perdieron más lugares de trabajo que los hombres, aumentando la brecha de desigualdad; aumentó el empleo informal y por ende desmejoraron los salarios y la protección social; también aumentaron la inseguridad alimentaria y las desigualdades educativas.
Estos datos, aún incipientes, muestran la necesidad de controlar las infecciones para lograr un desarrollo sostenible.
La amenaza de las infecciones en la atención sanitaria
Conocemos las enfermedades infecciosas desde la antigüedad. Los virus han sido impulsores de la evolución y la diversificación de la vida, nos hemos adaptado a este mundo y hemos desarrollado defensas gracias a su presencia constante en la vida. La propagación de virus y bacterias ahora parece más fácil que antes: las ciudades crecen y la población se densifica. La proximidad entre individuos, la acumulación de basuras, el mal uso de suelos y aguas y la interacción con animales son situaciones propicias para la transmisión de patógenos. Además, la facilidad actual para la movilidad de personas y mercancías facilita la diseminación rápida de los microorganismos. Estos factores contribuyen al surgimiento de nuevas enfermedades infecciosas y la propagación de las ya conocidas.
Las comunidades urbanas estamos constantemente en riesgo de un brote o de una epidemia. Y los hospitales y centros de salud son puntos de convergencia ideales para los virus y bacterias.
Factores que contribuyen a las IAAS
Según la OMS, uno de cada diez pacientes adquiere una infección durante la atención sanitaria, más del 30% de los pacientes operados desarrollan alguna infección y un 51% de estos casos involucran patógenos resistentes a los antibióticos.
Esto es posible porque:
Los microorganismos tienen cuatro formas de transmisión: gotículas contaminadas que otros respiran; aire cargado de patógenos, que caen lentamente sobre personas y objetos; contacto directo con fluidos; y contacto indirecto (contaminación cruzada) con materiales y superficies con colonias de microorganismos.
Las infecciones que se desarrollan como consecuencia de la atención médica recibida en un centro sanitario no pueden ser consideradas como un asunto local o propio de alguna institución. Las infecciones asociadas a la atención sanitaria (IAAS) representan una grave amenaza para la salud global y la sostenibilidad de los sistemas de salud.
Además de estas consecuencias, las IAAS suponen un grave problema para la salud global: muchas de ellas se originan por bacterias que no responden a tratamientos.
La crisis de la resistencia antimicrobiana
«La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la resistencia antimicrobiana, RAM, en humanos y animales es una de las diez amenazas principales para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo. Se estima que para 2050, 10 millones de personas podrían morir cada año a nivel global debido a infecciones por RAM (más que el cáncer y la diabetes combinados).»[2]
La emergencia parece invisible, pero se agrava ante la falta de nuevos antibióticos, debido a los bajos incentivos económicos para la investigación y desarrollo. La industria farmacéutica no ha avanzado significativamente en la creación de nuevos medicamentos, lo que deja a los sistemas de salud en una situación precaria frente a patógenos cada vez más resistentes.
Para los antibióticos, el retorno comercial de la inversión en I + D parece poco atractivo hasta que haya surgido una resistencia generalizada contra generaciones anteriores de drogas, momento en el cual es posible que el nuevo antibiótico ya no tenga protección de patente o que pronto lo pierda. El mercado total de antibióticos es relativamente grande: alrededor de 40 mil millones de dólares de ventas al año, pero solo alrededor de 4.7 mil millones de dólares de este total por ventas es de antibióticos patentados (es aproximadamente lo mismo que las ventas anuales de uno de los medicamentos más vendidos contra el cáncer). Por tanto, no es de extrañar que las empresas no estén invirtiendo en antibióticos a pesar de las muy altas necesidades médicas. Esta voluntad no cambiará hasta que alineemos mejor las necesidades de salud pública con los incentivos comerciales.[3]
Se calcula que las infecciones por bacterias resistentes pueden aumentar los costos de atención en hasta 40,000 dólares por paciente debido a la necesidad de tratamientos de alto valor, estancias hospitalarias prolongadas, procedimientos y diagnósticos adicionales.
Construcción de sistemas de salud sostenibles
Para enfrentar el desafío de las IAAS y promover la salud como factor de sostenibilidad, es crucial construir sistemas de salud que prioricen la prevención, el control de infecciones y la equidad en la atención sanitaria. Un sistema de salud sostenible no solo debe ser capaz de atender eficazmente a sus pacientes actuales, sino también estar preparado para enfrentar futuros brotes y epidemias.
Prevención y control de infecciones
Implementar prácticas efectivas de prevención y control de infecciones es fundamental para reducir las IAAS. Esto incluye la adhesión estricta a los protocolos de higiene, el uso adecuado de equipos de protección personal y dispositivos de uso único y la implementación de programas de vigilancia epidemiológica para monitorear y responder rápidamente a brotes de infecciones. La educación y capacitación continua del personal sanitario son esenciales para garantizar la adherencia a estas prácticas y mejorar la calidad de la atención. Estas estrategias son efectivas.
Uso racional de antibióticos
El uso racional de antibióticos es crucial para combatir la resistencia antimicrobiana. Las instituciones sanitarias pueden ayudar a reducir la propagación de bacterias resistentes al establecer protocolos claros para la prescripción y administración de antibióticos, limitar el uso de antibióticos de última línea a casos estrictamente necesarios y fomentar la supervisión a pacientes y cuidadores.
Gestión de residuos hospitalarios
Una gestión adecuada de los residuos hospitalarios es esencial para prevenir la diseminación de patógenos. La separación y eliminación correcta de los residuos contaminados, junto con el uso de tecnologías avanzadas para su disposición final, ayudan a minimizar el riesgo de infecciones. Las instituciones sanitarias deben adoptar políticas de sostenibilidad ambiental que incluyan la gestión responsable de los residuos y la modernización de la disposición final de materiales con componentes plásticos.
Fortalecimiento institucional
Invertir en infraestructura, equipos de alto desempeño y recursos humanos capacitados reporta disminuciones en la tasa de infecciones y aumenta la eficiencia. Un enfoque integral que incluya la mejora de los servicios de salud, la adopción de tecnologías avanzadas y la promoción de la investigación y la innovación es esencial para construir sistemas de salud sostenibles.
Promoción de la sostenibilidad global
Los gobiernos, las organizaciones internacionales y las entidades privadas deben colaborar para desarrollar políticas y estrategias que promuevan la prevención de infecciones y el uso racional de antibióticos. Apoyar los sistemas de vigilancia epidemiológica y fomentar la cooperación internacional son pasos clave para enfrentar las amenazas de las IAAS y asegurar la salud y el bienestar de las generaciones futuras.
Concienciación y educación
La concienciación y educación de la población general y del personal sanitario sobre la importancia de la prevención de infecciones y el uso racional de antibióticos son fundamentales para reducir las IAAS. Campañas de sensibilización, programas educativos y la inclusión de la prevención de infecciones en la formación profesional son medidas efectivas para promover un cambio de comportamiento y mejorar la sostenibilidad en la atención sanitaria.
Conclusión
Las infecciones asociadas a la atención sanitaria representan un desafío significativo para la sostenibilidad de los sistemas de salud y el bienestar global. La resistencia antimicrobiana, los altos costos económicos y el impacto en los ODS subrayan la urgencia de abordar este problema. Construir sistemas de salud sostenibles, implementar prácticas efectivas de prevención y control de infecciones, utilizar EPP y ropa quirúrgica de uso único y desempeño adecuado al riesgo, y fomentar la colaboración global son acciones esenciales para reducir las IAAS y promover un futuro más saludable y sostenible para todos.
[1] OIT, COVID-19 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: invertir la tendencia hacia el trabajo decente para todos.
Se puede ver en: https://ilostat.ilo.org/es/blog/covid-19-and-the-sustainable-development-goals-reversing-progress-towards-decent-work-for-all/
[2] Observatorio Nacional de Salud, Resistencia antimicrobiana un problema invisible, Colombia.
Se puede ver en: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/
https://www.ins.gov.co/Direcciones/ONS/publicaciones%20alternas/Policy%20Brief%20Resistencia%20antimicrobiana%20un%20problema%20invisible.pdf
[3] O’Neill J. Review on Antimicrobial Resistance. Tackling drug-resistant infections globally: final report and recommendations. May 2016.
Disponible en: https://wellcomecollection.org/works/thvwsuba/items?sierraId=b28644797&langCode=eng&canvas=1
Por Katy Schuth B. – Redactora