10 retos de la industria de la salud en 2022
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En 2022 la industria de la salud tendrá que «poner la casa en orden» después de la crisis sanitaria por la pandemia del Covid19 y, al mismo tiempo, retomar las innovaciones que habían comenzado meses atrás.
En América Latina enfrentar estos retos nos ayudarán a mejorar la atención sanitaria y a acercarnos a las metas de desarrollo sostenible. Hicimos una selección de diez tendencias que nos deben ocupar buen tiempo en el 2022. Estas son:
La pandemia por el Covid19 ha modificado las prioridades en salud de la región. El próximo año, el reto sigue siendo histórico. Según la Organización Panamericana de la Salud, se deben vacunar 465 millones de personas en la región, continuar con el control epidemiológico y los tratamientos para producir un cambio en el panorama de la enfermedad.
La prioridad durante 2022 será la atención de ENT como hipertensión, cáncer, diabetes y cardiopatías, tanto a nivel de diagnóstico y atención primaria como a nivel de prevención. Las enfermedades no transmisibles quedaron rezagadas durante la crisis sanitaria y muchos pacientes sufren las consecuencias.
Así mismo, las enfermedades mentales están hoy más expuestas que antes de la pandemia. Es previsible que se expandan los servicios para las personas con algún trastorno mental. Se observa la oportunidad de ampliar la atención a estas enfermedades con el mismo rigor que a las físicas.
Se teme que infecciones como la poliomielitis, cáncer cervicouterino, el VIH, la hepatitis viral, la tuberculosis y la malaria aumenten su presencia en las poblaciones como consecuencia de la disminución de campañas y vacunas preventivas.
El reto consiste en retomar las tareas de control epidemiológico durante el 2022 y no permitir el avance de estas infecciones.
Aún se presentan diferencias enormes entre la demanda y la oferta de los insumos que se requieren para producir dispositivos médicos. En consecuencia, se han elevado los precios de forma importante. Muchos pacientes sufren porque no pueden acceder a los tratamientos.
El próximo año deberían normalizarse las cadenas de suministros de dispositivos médicos, medicamentos e insumos.
La pandemia llamó la atención de muchos fabricantes sobre los dispositivos médicos. Han ingresado a la industria nuevos proveedores que producen falsificaciones e imitaciones a precio competitivo. Estos productos no reúnen las características que demanda una atención responsable de los pacientes, los profesionales de la salud y el medio ambiente. Incluso instituciones de gran trayectoria han tenido problemas con productos no certificados y de mala calidad.
El reto para el 2022 consiste en conocer bien las necesidades de la institución, las certificaciones que requieren los dispositivos médicos y cuáles proveedores están en la capacidad de cumplir los requisitos.
En el 2022 debemos experimentar una confirmación del crecimiento de telesalud. Mientras el 76% de los consumidores dicen considerar una probabilidad alta o moderada de utilizar telesalud en un futuro próximo(1), el sistema advierte que hay ciertas personas o dolencias que requieren atención presencial.
La tecnología digital y cognitiva continúa mejorando la atención médica. Esto permite la optimización de las funciones clínicas, la atención integrada y la participación del paciente. La atención médica inteligente seguirá cambiando la relación con el paciente.
En la medida en que avanzan los hospitales digitales y la telesalud, crecen también los riesgos en ciberseguridad. La seguridad de los datos del paciente y la integración de los datos son los dos grandes retos vigentes para la tecnología.
De un lado, las instituciones deberían avanzar en sistemas de información que les permitan tomar datos de distintas fuentes como el sistema de salud, las aseguradoras y las declaraciones de los pacientes en consulta para poder convertir esos datos en información unificada, fiable, que permita la toma de decisiones. Pero esos datos deben estar protegidos contra amenazas externas.
Además, se deberá aclarar el panorama del valor de los datos de atención médica para el desarrollo de la salud. Los datos deberán servir para desarrollar mejores tratamientos, en tiempo récord, con mejores resultados y con precios según su efectividad. El reto consiste en entender estas innovaciones y comprender cómo adaptarse.
La experiencia del paciente ya no solo es presencial, también es digital. El paciente se comporta como usuario y demanda servicios como los que encuentra normalmente en el mercado. Así como pide sus alimentos por una aplicación, quiere, por ejemplo, ser reconocido, no tener que contar su historia una y otra vez, poder descargar su historia clínica, solicitar citas por una plataforma o descargar el certificado de vacunación. El reto consiste en consolidar en una sola plataforma toda la información del paciente, tanto en consultas presenciales y digitales, como de los tratamientos realizados y recomendados, para que cualquier persona pueda continuar con la atención y se disminuyan los riesgos de errores.
La atención domiciliaria tiene un nuevo impulso gracias a la pandemia. El paciente, al sentir el malestar o la enfermedad, prefiere permanecer en casa y no ir a una sala de espera durante horas. La experiencia de pedir a domicilio lo que se requiere en la casa o la oficina se activa de forma importante en la industria de la salud.
Las innovaciones tecnológicas y el aumento de los servicios que mejoren la experiencia de los pacientes invitan a nuevos jugadores de otras áreas diferentes a la científica a ingresar al mercado de la salud. Gigantes tecnológicos, empresas de ciencias de la vida, constructoras, hotelería, fabricantes, empresas de bienestar diluyen las fronteras de la industria de la salud. El reto consiste en conocer qué otras necesidades de los pacientes pueden ser abordadas por la institución.
Conclusión
La tecnología sigue siendo la gran sorpresa de la industria de la salud. Como en otras ocasiones, la crisis ha acelerado cambios. Mientras la industria de la salud se organiza y los pacientes retoman sus tratamientos, las grandes empresas avanzan en la tecnología para almacenar de manera segura y eficiente los datos de los pacientes, y ampliar las experiencias digitales de los pacientes.
Por Katy Schuth B. – Redactora