Actualizado julio 1 – 2025
Publicado octubre 8 – 2024
De la intención a la acción: cómo construir un plan estratégico de sostenibilidad (ASG)
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Hoy, se espera que las organizaciones, además de la producción y venta de productos y servicios, disminuyan sus riesgos acertando en sus acciones ambientales, sociales y éticas. Esta es una guía práctica para diseñar una estrategia de sostenibilidad creíble, medible y alineada con el corazón de su negocio.
Hoy, las organizaciones más exitosas producen y venden productos o servicios y dedican esfuerzos importantes a mejorar sus relaciones con la sociedad y el planeta. Los consumidores, empleados e inversores ya no solo preguntan qué hace su empresa, sino cómo lo hace.
Hace años, era común que las organizaciones destinaran presupuesto para hacer donaciones, filantropía, como un compromiso ético por sus buenos resultados; después, se volvió común y parte del balance social realizar esfuerzos para atender las necesidades de los empleados y sus familias; después, la tendencia, vigente aún, ha sido que las organizaciones se involucren en los grandes problemas de la humanidad, que trabajen para mejorar su entorno y mitiguen el impacto negativo que produce en la sociedad con sus operaciones. Ahora, los líderes piensan en términos de ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza), un marco que entiende la sostenibilidad como el corazón de la estrategia de negocio para gestionar riesgos y crear valor a largo plazo.
De la RSC al marco Ambiental, Social y de Gobernanza
La presencia de las organizaciones ha cambiado y de la misma manera el lenguaje. Si bien el término Responsabilidad Social Corporativa (RSC) sigue actual, se asoma cada vez más en los planes y desarrollos esta nueva figura: el marco ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza), o ESG por sus siglas en inglés (Environmental, Social, and Governance).
El gran desafío para los administradores es desarrollar un marco ESG que combine bien con la estrategia corporativa, el propósito, el servicio o producto para que sea realmente relevante para los grupos de interés a los que asiste. Pensar en términos de ASG transforma la “responsabilidad social” de un grupo de colaboradores a un tema fundamental de la estrategia corporativa.
Primer paso: organizar la casa
Un proyecto comunitario (una iniciativa clásica de RSC) es un excelente ejemplo de una acción dentro del pilar ‘S’ (Social) de su estrategia ASG. Para que este proyecto sea exitoso y creíble, debe planificarse cuidadosamente. Aquí es donde esta guía práctica de cinco pasos entra en juego.
La coherencia entre lo que se hace y la oferta social, ambiental y ética, exige en muchos casos comenzar por «organizar la casa». Antes de lanzar cualquier gran iniciativa externa, es necesario revisar la credibilidad de este proyecto desde adentro. Si una empresa, por ejemplo, presenta un gran proyecto de atención en salud a los niños sin resolver antes la contaminación de aguas que produce, perdería la credibilidad sobre la real intención del compromiso y podría fracasar en el mercado, obligando a los inversionistas a retirarse.
Por lo tanto, el enfoque es crucial.
El primer paso de cualquier estrategia de sostenibilidad es mitigar los impactos negativos de la propia operación. Union Medical, UM, por ejemplo, antes de expandir su impacto social, se enfocó en su huella ambiental, logrando la certificación CarbonNeutral® y la Certificación efr por sus prácticas laborales. Esta coherencia es la base de un plan creíble.
El paraguas ASG: la clave de la sostenibilidad de la organización
Para que este plan sea realmente estratégico debe estar bajo el gran paraguas de una marco ASG/ESG. De lo contrario, se corre el riesgo de que sea solo un proyecto bien intencionado pero desconectado de las necesidades actuales. Al enmarcarlo dentro de ESG, cada proyecto (planeado con esta guía) se convierte en una pieza que contribuye a un objetivo mayor y medible, es decir, será creíble por sus resultados en reducir costos, por ejemplo, mitigar riesgos o atraer talento.
El marco ESG proporciona el contexto de negocio para las iniciativas de RSC. Responde a las preguntas que se hacen los directivos, inversores y clientes importantes hoy en día: ¿Cuál es su huella de carbono? ¿Tienen políticas de trabajo justo en su cadena de suministro? ¿Cómo gestionan los datos? Hoy por hoy, las inquietudes de los inversores no son solo los resultados financieros; su mira está en los riesgos futuros si no gestiona bien los residuos, si mantiene una alta rotación del personal o si no se ha desarrollado una cultura ética, de respeto por las normas y procedimientos, y el manejo de riesgos en la gestión.
Guía de la sostenibilidad estratégica: las 5 claves de su plan
Para pasar de la idea a un plan estructurado, no se necesita un documento de cien páginas para empezar. Se necesita responder brevemente a cinco temas estratégicos. Proponemos usar este esquema básico como la guía para construir su iniciativa.
1. El PROPÓSITO (El porqué)
El porqué es la clave para provocar una conexión fuerte entre la iniciativa, el ADN de su empresa y los públicos involucrados. En tanto el proyecto esté alineado con el servicio, el producto y la marca, el grupo social que se beneficiará será capaz de entender el problema que está viviendo y la solución que se le plantea. Además, podrá contar con el apoyo de todo el personal y generar confianza en los públicos de interés externos. Las ideas de RSC deben tocar el corazón y, ante todo, corresponder al gran plan estratégico de la institución.
2. LA INICIATIVA (El qué)
Aquí se define la acción concreta. Debe ser específica y enfocada. Resolver esta pregunta es un gran desafío: qué hacer para generar valor para la comunidad, los inversionistas, los usuarios y la sociedad en general.
3. LOS GRUPOS DE INTERÉS (el a quién)
Define a quién impacta y quién participa. Son tanto los beneficiarios como los aliados.
4. LA EJECUCIÓN (el cómo)
Se trata de habilitar los recursos, determinar responsabilidades y comunicar la idea y los resultados. Esto transforma la visión en realidad.
5. EL FOCO (el dónde)
Delimitar el campo de acción asegura el impacto y facilita la medición. Es prudente comenzar por un sitio que permita evaluaciones frecuentes y fáciles para después arriesgarse a atender poblaciones más lejanas.
Conclusión
Las empresas líderes del futuro entienden que el éxito económico y el impacto positivo son interdependientes. Esta guía funciona como una herramienta de debate estratégico para su equipo. Al responder a estas cinco preguntas, no solo estará creando un “plan de responsabilidad social”, estará trabajando dentro del marco AMG, que inspirará a su gente, dará sostenibilidad al negocio y asegurará que la junta se involucre.
Por Katy Schuth B. – Redactora