Proteger los equipos médicos:
menos infecciones, costos y fallas
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La protección de los equipos y dispositivos es una estrategia esencial para minimizar riesgos biológicos, extender la vida útil de los dispositivos y contribuir a la sostenibilidad financiera de su institución.
Los equipos médicos son las herramientas vitales para sanar y salvar la vida de los pacientes y los pilares de la sostenibilidad de cualquier institución sanitaria. Paradójicamente, estos pueden convertirse en un riesgo biológico y en una fuente de pérdidas económicas. Una curiosa contradicción, sin duda alguna.
Por eso, en muchos hospitales líderes, médicos y personal administrativo entienden la protección de los equipos como una medida no solo de mantenimiento, sino como una estrategia múltiple para prevenir infecciones, extender la vida útil de los dispositivos y controlar costos de limpieza y reparación.
El triple riesgo de los equipos sin protección
Analicemos tres problemas que podemos corregir protegiendo los equipos: las graves infecciones asociadas a las atención sanitaria (IAAS), el acelerado desgaste de equipos y los altos costos operativos.
1. Foco de infección: la amenaza invisible
En cualquier área de una institución sanitaria, los microorganismos presentes en superficies y equipos pueden entrar en contacto con zonas vulnerables del paciente, como heridas quirúrgicas, catéteres, vías respiratorias o mucosas y comenzar un proceso infeccioso.
Este contacto puede ser: directo, cuando la piel o la herida del paciente entra en contacto con la superficie de un equipo contaminado, también, puede ser indirecto, a través de las manos enguantadas, las gasas o los instrumentos que han estado en contacto con la superficie contaminada.
La contaminación puede suceder de muchas formas, por ejemplo, por salpicaduras de sangre o por aerosoles cargados de patógenos, que caen sobre las mesas, monitores y camillas; o por residuos de microorganismos alojados en micro fisuras, costuras, mangos, ranuras y juntas; también, es posible contaminar una camilla al atender un paciente, pues sus fluidos pasan a la superficie; al utilizar un mismo equipo portátil entre varios pacientes con tiempo apenas para una limpieza superficial; o simplemente como producto de la humedad, estado ideal para la proliferación de bacterias y hongos.
Así, los equipos sin protección se transforman en reservorios de patógenos, ya sea por fallas en la desinfección o por el desgaste que los mismos químicos de limpieza provocan en los equipos con el tiempo, creando porosidades en las superficies. El riesgo biológico es evidente.
2. Deterioro de equipos: grave problema clínico
El buen estado de los equipos impacta directamente en la seguridad de los pacientes. Eventos como la suspensión de un procedimiento suspendido porque los controles electrónicos se han alterado por la humedad o una cirugía interrumpida por una falla inesperada de un equipo no son solo inconvenientes: son situaciones críticas que comprometen la calidad de la atención y reducen la capacidad operativa del hospital.
3. Los costos de mantenimiento
Los equipos sin protección adecuada demandan más limpieza, esto es, más productos químicos y más tiempo dedicado a esta labor. En general, podemos decir que: mantenimientos más frecuentes, compras de repuestos y tiempos de inactividad elevan los gastos totales de operación.
Guía práctica: equipos críticos a proteger
Para evitar estos problemas y convertirlos la protección en beneficios es recomendable defender lo equipos. Para decidir qué proteger, recomendamos considerar estos tres factores:
Nivel de uso
y riesgo:
¿qué tan alto es el flujo de pacientes? ¿Se utiliza en procedimientos invasivos?
Costo
de reposición:
¿cuál es el valor del equipo y el costo de su mantenimiento?
Impacto en la productividad:
¿cuánto podrían aumentar los ingresos si se garantiza la disponibilidad del equipo?
Recomendamos, proteger estos dispositivos:
Criterios para elegir los protectores
Los equipos deben protegerse de acuerdo con el nivel de riesgo. En laboratorios son comunes las centrífugas y las cabinas de seguridad. La idea es que no escapen patógenos durante los procedimientos.
Otros equipos como las camillas, las camas, el mango de la lámpara cialítica pueden ir cubiertos con materiales a la medida.
Los equipos móviles, mesas y monitores quedan bien protegidos con sábanas y fundas.
En todo caso, es importante elegir las características de los protectores:
Material impermeable o repelente a los líquidos: el objetivo de los protectores siempre será aislar bien el equipo del contacto con líquidos y contaminantes.
Materiales resistentes y fáciles de cambiar para agilizar los flujos de trabajo.
Materiales de uso único para minimizar el riesgo de contaminación cruzada, agilizar la limpieza y reducir el impacto de los desinfectantes.
La solución de UM para la seguridad de sus equipos
En UM, los protectores son una línea de soluciones importantes. Así como desarrollamos equipos de protección personal para aislar de contaminantes a profesionales y pacientes, y paquetes quirúrgicos con materiales barrera para disminuir de infecciones, hemos comprendido la necesidad de controlar el impacto de los líquidos en los equipos médicos. La línea de soluciones orientadas a resguardar equipos y mejorar la seguridad clínica incluye:
Con la Tecnología UM estos productos reducen los riesgos de infecciones aumentan significativamente la seguridad de pacientes y profesionales y, al mismo tiempo, contribuyen a preservar la vida útil de los equipos y optimizan los recursos hospitalarios.
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Por Katy Schuth B. – Redactora