¿Está tu institución lista para
este salto hacia la excelencia?
Tiempo de lectura:
4 min
¿Por qué pocas instituciones en América Latina han accedido a las acreditaciones internacionales de calidad? ¿Por qué en Colombia, solo seis instituciones de salud han alcanzado la acreditación internacional de la Joint Commission International[1] de las 59 que cumplen con las condiciones legales mínimas de calidad en sus servicios exigidas por Icontec?
En general, estas organizaciones han desarrollado una cultura de excelencia en favor del paciente. Buscan hacer todo lo que los pacientes necesitan para su recuperación: investigación, tratamientos novedosos, diseño de la infraestructura, prácticas seguras, atención humana. El día a día en estas instituciones es el hacer muy bien lo que se tiene que hacer. Normalmente, ese esfuerzo se reconoce en las encuestas de calidad: los pacientes dicen que su experiencia fue superior a las expectativas. Además, se advierte que este modelo de gestión es más eficiente y rentable.
Los beneficios de obtener una acreditación internacional
Una acreditación en calidad demuestra la intención de una institución en ofrecer lo mejor. Las instituciones que se acreditan con el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación, Icontec, por ejemplo, adquieren un estatus y, mejoran notablemente su modelo de atención al paciente: los desenlaces positivos aumentan y los pacientes evidencian los logros de la institución en su salud.
Acceder a una acreditación internacional como la de Joint Commission eleva aún más el modelo de gestión. El eje es el paciente y su experiencia comienza desde la llegada y termina cuando se ha recuperado.
Lograr la calidad durante todo el momento asistencial requiere de prácticas para lograr la seguridad del paciente y la reducción de riesgos en los tratamientos e intervenciones.
Además, la exigencia es para todo el personal. Cada fase de la atención debe ser eficiente y efectiva. Por eso es un proyecto que lleva a una mejora en el modelo de gestión.
El reconocimiento internacional tiene gran prestigio entre la comunidad médica y los pacientes, que identifican en qué institución preferirán prestar sus servicios y en cuáles acudir al necesitar algún servicio.
Las ventajas de mejorar la calidad suponen una mayor inversión. ¿Es rentable? En Colombia, no se reconocerá un mayor valor en los tratamientos prestados por un hospital acreditado por JCI, aunque en efecto el costo del tratamiento será mayor. Sin embargo, sí hay beneficios económicos al estar acreditado.
¿Dónde está el beneficio?
La cultura de las organizaciones cambiará y esto lo notan el personal de la salud y los pacientes. Así se evidenció entre el grupo de enfermeras de hospitales terciaros en Corea del Sur[2] tras recibir la acreditación internacional de la Joint Commission sobre la seguridad del paciente: Las participantes revelaron una satisfacción positiva con la acreditación de la JCI. y se implementaron los Objetivos Internacionales de Seguridad del Paciente.
Los cambios en el mercado de la salud, como el ingreso a los países latinoamericanos de grandes operadores internacionales e inversionistas, invitan a las instituciones a elevar su categoría a estándares internacionales. Este cambio en el escenario no es solo para grandes instituciones. Las clínicas y los centros de especialistas pueden iniciar el camino de la acreditación internacional de manera estratégica: seleccionando en qué estándares comenzar el desarrollo de esquemas de mejoramiento continuo de la calidad en la atención y seguridad de los pacientes y qué entidad elegir para acompañar ese crecimiento.
Las organizaciones acreditadas realizan grandes inversiones en innovaciones, tratamientos y servicios a los pacientes. La excelencia en la atención es la que justifica las inversiones. Ese incremento en los costos se redime en una disminución de los eventos adversos y de los costos de no-calidad. Esa es probablemente la razón por la cual todos los esquemas de calidad se basan en este principio: primero el paciente y no primero la rentabilidad. En este esquema se entiende que, en la medida en que se logre una mejor atención en lo científico, humano y administrativo, se observará una consecuencia clara: la gestión será más eficiente, la rotación de pacientes será mayor y la rentabilidad mejorará.
Para los pacientes internacionales y las aseguradoras, la acreditación representa un diferencial competitivo: una garantía de calidad y seguridad en la atención.
Las aseguradoras, cada vez más, buscan hospitales que minimicen eventos de no-calidad, como infecciones asociadas a la atención sanitaria, evitando costos derivados de fallos de seguridad. La elección de instituciones acreditadas se convierte en una decisión informada, donde la reputación internacional influye en la preferencia del paciente y de los financiadores de salud.
Invertir en acreditación internacional es una decisión estratégica para instituciones que buscan destacarse por su excelencia. No es solo un sello de calidad, sino una transformación total hacia una atención más segura, eficiente y reconocida mundialmente.
Las acreditaciones internacionales son diseñadas por expertos, que logran definir estándares aplicables a América, Asia, Europa y África. Para el caso de la JCI, los estándares destacan por la universalidad, la implementación integral en todo el equipo de trabajo, la transparencia en las evaluaciones y la experticia de los evaluadores y su metodología para lograr un resultado justo.
Conclusión
La acreditación internacional en salud es un sello de prestigio por el nivel de excelencia que alcanza una institución en la atención al paciente y la disminución de los riesgos asociados a la atención sanitaria. En las organizaciones que alcanzan estos niveles, el eje central está en el paciente y la consecuencia de la buena atención se observará en la eficiencia en cada fase de la atención y la rentabilidad.
[1] Dato a diciembre 2023 de la Organización para la Excelencia de la Salud
https://oes.org.co/entidades-acreditadas-en-colombia/
[2] https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S2155825620300119
Por Katy Schuth B. – Redactora