Conservación de suelos y residuos hospitalarios
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El suelo es probablemente uno de los factores más importantes para controlar el cambio climático. Los científicos consideran que el suelo tiene más capacidad de absorber el dióxido de carbono que los océanos. Pero cerca de un tercio de los suelos de la Tierra están degradados.
Así mismo, el suelo es, desde hace unos 10.000 años, el sustento de la alimentación de la humanidad. Cerca del 95% de los alimentos que consumimos se producen en el suelo. Si los perdemos, si perdemos sus propiedades naturales, tendremos grandes problemas de nutrición y salud.
Por eso la frase del científico Hugh Hammond Bennet, por quien celebramos cada 7 de julio el Día Internacional de la Conservación de los Suelos, se considera célebre:
«El suelo productivo es el fundamento de la agricultura perdurable sin la cual no puede haber prosperidad ni progreso»
El suelo cambia sus propiedades por causas naturales. El viento, el agua, la temperatura, por ejemplo, pueden modificar su estructura con el tiempo. Sin embargo, son las acciones humanas las que más rápido pueden convertir un suelo sano en uno erosionado o en uno contaminado.
El problema de los residuos en los suelos
Uno de los factores que puede aumentar el problema de la degradación de los suelos se refiere a los residuos.
Los residuos mal gestionados de las instituciones sanitarias pueden provocar graves riesgos para la salud, especialmente si se desechan directamente al suelo. No separar adecuadamente los residuos ordinarios de los peligrosos o no darle el manejo adecuado a los biosanitarios representa un riesgo alto para la salud de muchos seres humanos.
De acuerdo con los protocolos aprobados internacionalmente, los residuos biosanitarios tienen una alta carga de patogenicidad y pueden contener microorganismos multirresistentes a los fármacos.
«Los desechos hospitalarios son tan infecciosos/peligrosos que todos los medios de eliminación inadecuados representan una amenaza para el medio ambiente.»[1]
En América Latina no son notorios los casos de contaminación de suelos por efecto de los residuos peligrosos provenientes de los hospitales. Sin embargo, los métodos de disposición final utilizados en estos países y en otros emergentes, llaman la atención de los expertos por los riesgos que representan.
La contaminación por bacterias
En un estudio realizado en dos diferentes instalaciones sanitarias en la ciudad de Salem, India, se recolectaron muestras de suelo de diferentes lugares del entorno hospitalario, a una profundidad de 5-6 cm de los vertederos de residuos de hospitales, para tratar de aislar e identificar los microorganismos presentes.
Se lograron aislar quince colonias de bacterias, de las cuales, aproximadamente el 67% eran gram negativos y el 35% pertenecían a cepas bacterianas gram positivas, entre las que se destacan Proteus, E.Coli, Pseudonomas, Staphylococcus, Bacilus y Klebsiella.
«El principal riesgo para la salud pública es que los genes de resistencia se transformen de bacterias ambientales a patógenos humanos. Como resultado, los efluentes del vertido de residuos hospitalarios podrían aumentar la cantidad de bacterias resistentes en las alcantarillas receptoras tanto por mecanismos de introducción como de selección».[2]
Esto puede pasar en los terrenos de las instituciones sanitarias, pero también en los de los vertederos. El estudio recomendaba una mejor gestión de residuos.
Contaminación por metales pesados en suelos
Según Salud sin Daño en muchas instituciones de salud es práctica común la disposición final de una amplia mezcla de residuos en incineradores de «baja tecnología y alto grado de contaminación o bien a cielo abierto sin ningún tipo de control.»[3]
En estos casos se subestima el residuo resultante, que puede estar cargado de sustancias contaminantes.
Un estudio demuestra esta situación.
En un hospital universitario en Ghana se recogieron muestras para medir la presencia de metales pesados en las cenizas. Este hospital tiene capacidad para dos mil camas, una producción semanal de 17,5 toneladas de desechos clínicos, utiliza un incinerador capaz de reducir a cenizas cinco toneladas en tres horas y tiene justo al lado, el vertedero de cenizas. Se tomaron varias muestras de cenizas de fondo del incinerador y del suelo dentro de un radio de 100 metros en un intervalo determinado de 20 m y a 1200 m del incinerador, dos veces por semana, para buscar materiales contaminantes.
El estudio encontró que:
«Todos los metales pesados evaluados por este estudio en las cenizas de fondo del incinerador estaban por encima de los límites permisibles según los criterios de la USEPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos). Los niveles observados en las cenizas del incinerador del hospital implican la necesidad de que las cenizas sean tratadas antes de su eliminación segura. Desafortunadamente, esta no es la situación y las cenizas se vierten en un pozo abierto cerca del incinerador. Nuestro estudio también reveló que los suelos dentro de un radio de 60 m desde el incinerador estaban contaminados con metales pesados. Estos metales pueden filtrarse a las aguas subterráneas o ser transportados a los cuerpos de agua a través de la escorrentía, ser inhalados en el polvo del área del vertedero y bioacumularse en las plantas y los animales que se desvían hacia el vertedero.»[4]
No es posible determinar qué tan frecuentes son estas situaciones en nuestros hospitales en América Latina. Pero lo cierto es que no debería pasar en ninguno.
Soluciones para la conservación del suelo desde los hospitales
Básicamente, la contribución de la industria de la salud para la conservación de los suelos se puede organizar en tres grandes tareas:
Conclusión
La industria de la salud debe hacer conciencia y tomar medidas para la conservación de los suelos sanos. Hoy, podemos estar contaminando los suelos del entorno de las instalaciones y vertederos con nuestros residuos, dejando materiales pesados de las cenizas y microorganismos potencialmente peligrosos. Las soluciones comienzan por la correcta separación de los residuos y continúan por la adopción de modernos sistemas de disposición final, como la nueva tecnología microondas para la inactivación y reducción de residuos hospitalarios en sitio.
[1] Prakasam, C; E. Poongothai N. Siddharthan; Hemalatha, N., Isolation, identification, enumeration and antibiotic profiling of microbes from soil contaminated with hospital waste dumbing.
Journal of Pharmaceutical and Biological Sciences; New Delhi Tomo 5, N.º 3, (May 2017): 126-133.
[2] Ibidem
[3] https://saludsindanio.org/americalatina/temas/residuos-hospitalarios
[4] M. Adama , R. Esena , B. Fosu-Mensah , y D. Yirenya-Tawiah. Contaminación por metales pesados de los suelos alrededor de un vertedero de cenizas de fondo de un incinerador de desechos hospitalarios. Journal of Environmental and Public Health / 2016 /
Puede verse en: https://www.hindawi.com/journals/jeph/2016/8926453/
Por Katy Schuth B. – Redactora