12 aspectos clave en la revisión
del programa de control de infecciones
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Para toda institución de salud enfocada en el paciente y en sus resultados económicos resulta un gran desafío la reducción de las infecciones asociadas a la atención sanitaria.
El entorno, los pacientes y la facilidad con que se transmiten los patógenos crean las condiciones propicias para la presencia de infecciones. Contenerlas requiere una atención constante a todos los momentos de la atención médica y a todas las tareas necesarias para la prestación del servicio. Por eso, el control de infecciones se califica de «gran desafío». Sin embargo, no es tarea imposible. Por regla general, cuando se aborda el programa de prevención y control de infecciones desde la perspectiva correcta, los resultados positivos empiezan a notarse.
La experiencia en instituciones sanitarias de diversa índole en el mundo muestra que la efectividad depende de cinco factores:
Toda organización debería entonces revisar el avance en esos cinco motores de excelencia e integrar el programa de prevención y control de infecciones a los planes de mejora de la calidad y seguridad al paciente.
En Europa, se estima que un paciente de cada 20 puede adquirir una infección durante la atención médica. En Canadá, cerca del 4% de los pacientes con infecciones nosocomiales mueren. En América Latina no se han consolidado datos sobre las infecciones asociadas a la atención sanitaria. Sin embargo, cada vez más aumentan las instituciones que desean mejorar sus resultados sanitarios y económicos y por eso mejoran sus planes de seguridad al paciente.
Según los resultados del Proyecto Senic, una tercera parte de las IAAS se pueden prevenir al instaurar su vigilancia; por consiguiente, un programa de prevención y control de infecciones (PPCI) eficaz puede reducir sustancialmente los costos de la atención sanitaria y, lo que es más importante, la morbilidad y mortalidad asociada a las IAAS. Varios estudios han mostrado que hay una clara conexión entre la puesta en práctica de programas de vigilancia de la infección hospitalaria y la disminución de las tasas de infección y que esa reducción es consecuencia de cambios en las prácticas asistenciales provocadas por la información generada por el sistema de vigilancia de infecciones nosocomiales.(1)
Paso 1: hacerse las preguntas básicas
Una forma de evaluar el avance es hacerse las preguntas correctas para develar las situaciones reales y las tendencias.
Las preguntas deben formularse sobre lo esencial.
En la mayoría de las ocasiones lo obvio queda oculto o no se habla de ello por parecer banal. Las infecciones son un diagnóstico común en los centros de salud: pueden presentarse en pacientes, profesionales de la salud, estudiantes, acompañantes, trabajadores temporales; en un mismo espacio coinciden portadores y buenos huéspedes; el proceso infeccioso es progresivo y antes de mostrar síntomas, el infectado puede contaminar a más personas; las fuentes de infección son variadas y las formas de contagio son tan cotidianas como respirar y tocar. Las infecciones hacen parte de la cotidianidad de una institución sanitaria.
Por eso, el programa de prevención y control de infecciones debería ser capaz de develar la realidad. Es necesario conocer:
Conocer estos datos le permitirá a la administración tomar decisiones sobre cuáles infecciones son más urgentes de prevenir y controlar, según:
El objetivo del programa de prevención y control siempre es el de identificar el riesgo de infección, ahí donde se presente, para disminuirlo. Por lo tanto, identificar las infecciones y las causas prepara para las soluciones. Si el diagnóstico no es certero, el programa de prevención y control puede fallar.
Por eso la metodología, la forma de recoger los datos, es crucial.
Paso 2: exponer la situación al equipo
La información procesada se emplea para observar los riesgos, las tasas y las tendencias de las infecciones en la institución. Estos datos tienen aún mayor relevancia cuando son comparados con otros periodos y se observa la trayectoria de la tendencia; y más aún cuando pueden ser comparados con otras instituciones similares.
Al exponer estos resultados al personal, el equipo evidencia que su trabajo es valioso en los resultados obtenidos y aumenta su deseo de hacer parte del éxito. La dinámica capacitación-resultados es vital en el programa.
En ese orden de ideas, cabe siempre preguntarse si el grupo humano está consciente y dedicado a disminuir los riesgos de infección. Lograr que el equipo comprenda la importancia de su rol en la salud y resultados le permitirá responder conscientemente a cada ocasión de riesgo. Se involucrará en la solución y no será el problema. El programa de educación debe expandirse al personal sanitario, pacientes y cuidadores.
Paso 3: la lista de los aspectos esenciales a cuidar
En general, los protocolos para prevenir y controlar las infecciones son universales. No obstante, cada institución debe diseñar el programa que mejor se adapte a sus características, de acuerdo con su actividad, especialización, tamaño, ubicación, recursos, personal y población que atiende,
Los mejores programas se enfocan en el riesgo y son integrales:
La idea es lograr una cobertura de los riesgos. ¿Cuáles son los aspectos primordiales por revisar, organizar, implementar y seguir?
Estos doce grandes temas son transversales a toda la organización y lograr mejoras en cada uno de ellos producirá resultados positivos en la disminución de IAAS, costos extras ocultos y desilusión entre los profesionales sanitarios por las complicaciones de sus pacientes.
En general, la organización suele comprometerse con el programa de prevención y control cuando identifica que la dirección está decidida a brindar seguridad a los pacientes y al personal. Así mismo, cuando reconoce a los líderes, quiere seguir sus planes y ayudarlos en su empeño.
Conclusión
Los programas de prevención y control de infecciones son un gran desafío para toda institución sanitaria. Sin embargo, se ha demostrado que las tareas de vigilancia producen resultados positivos en la disminución de las infecciones nosocomiales y, por ende, en los extra-costos, morbimortalidad y riesgos para el sistema de salud. Los mejores programas son aquellos que se enfocan en el riesgo y diseñan e implementan las barreras para prevenir la contaminación y el contagio.
(1) PAHO; Vigilancia epidemiológica de las infecciones asociadas a la atención de la salud, Información para Gerentes, 2012. Se puede ver en: https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/3270/OPS-Vigilancia-Infecciones-Modulo-III-2012.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Por Katy Schuth B. – Redactora