Actualizado febrero 11 – 2025
Publicado enero 28 – 2022
Reduce las IAAS con un Programa de Control de Infecciones eficaz
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La reducción de las infecciones asociadas a la atención sanitaria es un gran desafío para toda institución sanitaria enfocada en el paciente y en los resultados económicos. Un programa de control de infecciones mejorará la seguridad del paciente y optimizará los costos hospitalarios.
Las infecciones asociadas a la atención sanitaria (IAAS) representan una de las principales amenazas para la seguridad de los pacientes y la sostenibilidad de las instituciones sanitarias. Los pacientes que desarrollan una infección nosocomial tienen un alto riesgo de fallecer y su atención prolonga las estancias hospitalarias y eleva los costos del sistema.
Según datos publicados por el Instituto Nacional de Colombia en 2024, se estima que la tasa de prevalencia de IAAS en América Latina se ubica entre el 5,7 y 25%, mientras que en los países desarrollados se encuentra entre 3,5 y 12%[1]. Los datos son aproximados porque no todos los países de la región cuentan con sistemas de vigilancia a nivel nacional o regional.[2] La morbimortalidad de pacientes en unidades de cuidados intensivos puede ser aún mayor. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en los países de altos ingresos, siete de cada cien pacientes que ingresan a cuidados intensivos contraerán al menos una IAAS durante su estancia, mientras que, en países de ingresos medios y bajos, esta cifra puede ascender a quince de cada 100[3].
Un análisis reveló que en México el tratamiento por paciente infectado tiene un costo entre 4,000 a 8,600 dólares.[4] En América Central, específicamente en Guatemala un estudio reveló que un caso de NAVM produce un costo de USD 1.758, lo que es 2,5 veces el costo de la atención de un paciente sin la enfermedad.[5] Otro estudio dentro del Sistema de Atención Médica para Veteranos del Centro de Texas, mostró que las HAI se asociaron con un gasto adicional previo al alta de 29.412 dólares y un aumento del 46,3 % en la probabilidad de reingreso posterior al alta, lo que generó costos adicionales posteriores al alta de $16.049.[6]
Puede esperarse que esta carga de infecciones aumente, debido al envejecimiento de la población, la prevalencia de enfermedades graves que requieren atención en UCI y el aumento de organismos multirresistentes a los medicamentos en entornos hospitalarios y en la comunidad.
La solución: PCI bien estructurado
Un Programa de Control de Infecciones (PCI) bien estructurado en cada institución sanitaria ayudaría a minimizar estos riesgos. Esto quedó confirmado en los estudios sobre la eficacia del control de infecciones nosocomiales desarrollado por las Centros de Control de Enfermedades en los Estados Unidos, el Proyecto Senic:
una tercera parte de las IAAS se pueden prevenir al instaurar su vigilancia; por consiguiente, un programa de prevención y control de infecciones (PPCI) eficaz puede reducir sustancialmente los costos de la atención sanitaria y, lo que es más importante, la morbilidad y mortalidad asociada a las IAAS. [7]
La puesta en marcha de programas de control tiene como consecuencia clara la disminución de las IAAS y los costos asociados. “De un nuevo informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se desprende que, cuando se siguen prácticas adecuadas en materia de higiene de las manos y otras prácticas eficaces en función de los costos, el 70% de esas infecciones pueden prevenirse”[8].
Factores clave de un PCI efectivo
Los programas de control de infecciones más exitosos comparten ciertos elementos esenciales:
Adaptabilidad
Diseño según la actividad, especialización, tamaño y recursos del hospital.
Personal capacitado
Equipos especializados que analicen datos epidemiológicos y den retroalimentación continua.
Monitoreo constante
Un programa de vigilancia epidemiológica estructurado.
Las experiencias concluyen que los PCI más eficaces son los que se han adaptado a las características de cada centro de salud, de acuerdo con las tasas de prevalencia de IAAS, su actividad, especialización, tamaño, ubicación, recursos, personal y población que atiende. Y, además, aquellos que incluyen personal capacitado para analizar los datos y casos de infecciones, una retroalimentación permanente con los equipos quirúrgicos y sanitarios y un programa estructurado de vigilancia epidemiológica.
En una institución sanitaria las oportunidades de contagio están presentes en prácticamente todas las actividades y procedimientos que se realizan. Por lo tanto, minimizar el riesgo requiere de:
La participación
de todas las personas que hacen parte del equipo de trabajo. Políticas y procedimientos claros, coherentes, fáciles de seguir.
Capacitación
continua, en las que se presenten los resultados positivos.
Datos
ciertos, análisis y seguimiento para hallar las áreas de mejora y cambiar las tendencias negativas.
Finalmente, la gestión de un PCI depende del liderazgo del equipo epidemiológico y de la junta directiva que lo respalda y de un presupuesto que le garantice sostenibilidad.
El objetivo es minimizar el riesgo
Los mejores PCI se enfocan en el riesgo y son integrales:
- Todas las áreas están incluidas en el programa; y
- Cada factor de riesgo tiene una medida preventiva.
¿Cuáles son los aspectos primordiales que debe incluir un programa de control de infecciones?
A continuación, presentamos 14 aspectos clave que recomendamos incluir en un PCI efectivo.
Aspectos esenciales de un PCI efectivo
Riesgos relacionados con la atención directa al paciente
1. Procedimientos sanitarios:
Los tratamientos terapéuticos y preventivos y las pruebas diagnósticas pueden aumentar el riesgo de infección si no se realizan con las técnicas adecuadas.
2. Infecciones transmitidas por dispositivos médicos:
Los catéteres, sondas, ventiladores y otros dispositivos médicos pueden ser una fuente de infección (esterilidad y técnica) . Los problemas más frecuentes son las infecciones del tracto urinario, infecciones en sitio quirúrgico, neumonías e infecciones del torrente sanguíneo.
3. Infecciones transmitidas por el personal sanitario:
El personal sanitario puede transmitir infecciones a los pacientes si no sigue las prácticas de higiene adecuadas y rota entre pacientes sin ropa protectora.
4. Infecciones en pacientes vulnerables:
Pacientes inmunocomprometidos, de edad avanzada, neonatos y personas con enfermedades crónicas tienen un mayor riesgo de contraer infecciones.
Riesgos emergentes
5. Nuevas infecciones:
El riesgo de nuevas infecciones y de brotes de enfermedades conocidas, que provocan gran morbimortalidad, plantean desafíos adicionales que deben preverse en el PCI.
6. Infecciones resistentes a múltiples fármacos:
La resistencia de las bacterias a los antibióticos supone un riesgo alto para la humanidad hoy. El riesgo a este tipo de microorganismos aumenta durante las largas estadías de pacientes y de uso prolongado de medicamentos.
7. Globalización:
La facilidad de los viajes y el transporte de mercancías contribuye a la rápida propagación de infecciones a nivel global. El inicio del problema puede ser en nuestra institución. Un sistema de vigilancia permitirá detectar el problema y generar las alertas necesarias.
Riesgos relacionados con el entorno sanitario
8. Contaminación de superficies:
Las superficies en contacto con pacientes, personal sanitario o visitas pueden estar contaminadas con microorganismos patógenos (camas, mesas, camillas).
9. Contaminación del aire:
El aire en hospitales y otros centros sanitarios puede contener microorganismos que se transmiten por vía aérea, como el virus de la influenza o el de la tuberculosis.
10. Contaminación del agua:
El agua utilizada en hospitales y otros centros sanitarios puede ser una fuente de infección si no se trata adecuadamente o si es contaminada con residuos.
11. Manejo de residuos sanitarios:
Los residuos sanitarios pueden ser una fuente de infección si no se manipulan, almacenan y eliminan correctamente.
12. Obras de mantenimiento y construcción:
Los materiales de construcción y las actividades que se realizan pueden aumentar la presencia de microorganismos en el entorno.
Riesgos en manejo de insumos
13. Preparación de medicamentos:
La manipulación de sustancias tóxicas y disposición final es un riesgo y requiere atención constante y medidas preventivas adecuadas para mitigar los riesgos y garantizar un entorno seguro tanto para los trabajadores como para los pacientes.
14. Preparación de alimentos:
Los alimentos en hospitales pueden estar expuestos a diversas fuentes de contaminación, incluyendo bacterias, virus y parásitos. Esto puede ocurrir durante la preparación, almacenamiento o distribución de los alimentos. Los patógenos más comunes, tales como Salmonella, Escherichia coli y Listeria monocytogenes, causan brotes de infecciones gastrointestinales.
Conclusión
Los Programas de Control de Infecciones representan un reto para las instituciones sanitarias, pero han demostrado ser efectivos en la reducción de infecciones nosocomiales, costos hospitalarios y mortalidad. Un PCI exitoso se centra en la gestión del riesgo, implementa barreras preventivas y se adapta a las necesidades específicas de cada centro de salud. Su eficacia radica en la combinación de vigilancia, capacitación y compromiso institucional.
[1] https://www.ins.gov.co/buscador-eventos/Lineamientos/Pro_IAAS%202024.pdf
[2] https://www.asp.com/es-co/prevencion-de-infecciones
[3] https://tinyurl.com/5f4pwhjd
[4] https://www.ins.gov.co/buscador-eventos/Lineamientos/Pro_IAAS%202024.pdf
[5] https://tinyurl.com/4pch93fc
[6] S. Orlando, M. Cicala, C. De Santo, C. Mosconi, F. Ciccacci, L. Guarente, M. Carestia, G. Liotta, D. Di Giovanni, E. Buonomo, F. Riccardi, L. Palombi, L. Emberti Gialloreti, The financial burden of healthcare-associated infections: a propensity score analysis in an Italian healthcare setting, Infection Prevention in Practice, Volume 7, Issue 1,2025, 100406,ISSN 2590-0889,
Se puede ver en: https://doi.org/10.1016/j.infpip.2024.100406
[7] PAHO; Vigilancia epidemiológica de las infecciones asociadas a la atención de la salud, Información para Gerentes, 2012.
Se puede ver en:
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/3270/OPS-Vigilancia-Infecciones-Modulo-III-2012.pdf?sequence=1&isAllowed=y
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Por Katy Schuth B. – Redactora